Fue un ‘destape’ inusual

Las diferencias a los “destapes” anteriores del PRI son muchas y algunas fueron por demás sorpresivas:

En primer lugar, Meade no es miembro del partido en el poder, se trata de la primera vez en la historia del PRI que escogen a un precandidato externo y sin militancia.

En segundo lugar, Meade es un funcionario que ha participado en dos administraciones de partidos distintos. Con Felipe Calderón del PAN fue Secretario de Energía y Secretario de Hacienda, en tanto con Enrique Peña del PRI fue titular de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y hasta el día de ayer fue Secretario de Hacienda por segunda ocasión en seis años.

La tercera diferencia fue que no se siguió la liturgia tradicional. En esta ocasión fue el presidente Peña Nieto quien de facto “destapó” a Meade al aceptar su renuncia como secretario de Hacienda en un acto público.

Además el personaje de marras fue quien realizó las “siete visitas” al recorrer las centrales priistas a saber: la CTM, la CNC y la CNOP en donde declaró su respeto y lealtad al partido que ahora lo acoge y desde luego a sus dirigentes.

Estamos viendo en México, sin duda, tiempos distintos pero lamentablemente nada novedosos porque a final de cuentas el aspirante presidencial fue impuesto por el presidente en turno y no a través de un sistema abierto que habría fortalecido a un partido antiguo e influyente como el PRI.

Peña Nieto pudo darse el lujo de promover un proceso de selección democrático en donde José Antonio Meade habría sido el ganador dada su exitosa trayectoria en el sector público, pero optó por la vieja costumbre del controvertido “dedazo”.

Al margen de cuestionar las formas, habría que destacar que Peña Nieto tuvo la humildad y la astucia política para reconocer la debilidad de los aspirantes presidenciales del PRI y ante ello preparar el camino para un externo que además ha sido aceptado -al menos hasta ahora- por los dinosaurios del tricolor.

Debió ser tentador para el primer mandatario designar a uno de sus amigos y colaboradores cercanos como Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio o Aurelio Nuño, sin embargo se aguantó el deseo y prefirió asegurar la continuidad de su partido con un funcionario probo y eficiente.

A partir de hoy la vida le cambiará por completo a Meade Kuribreña, tendrá que dedicarse de lleno a la política y a luchar cuesta arriba, primero para convencer a las huestes priistas y luego para ganar las simpatías de los votantes de México, en donde es prácticamente un desconocido.

Ayer fue un día redondo para el aspirante presidencial y de paso para el presidente Peña, quien consiguió operar “el destape” sin complicaciones y a decir verdad con mayor éxito del esperado.

Pero la cúpula priista no puede cantar victoria porque seguramente surgirán opositores que no comulguen con la candidatura de Meade como ha ocurrido en sexenios anteriores.

Noticias, noticias…
Aquí en Sonora, ¿quiénes se benefician con la designación de José Antonio Meade? En primer lugar, la gobernadora Claudia Pavlovich, quien ha mantenido una buena relación con el exsecretario de Hacienda. También Antonio “Toño” Astiazarán, excolaborador de Meade en la Sedesol y Alberto Cano Vélez, director de la Sociedad Hipotecaria Federal y quien le reportaba directamente al ahora precandidato presidencial… La inminente liberación del ex gobernador Guillermo Padrés levantará fuertes olas en la entidad y más ahora en la víspera del proceso electoral del 2018. El cargo por delincuencia organizada no pudo ser comprobado por la PGR al exmandatario y de ahí que la acusación por lavado de dinero no amerita mantenerlo preso en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México. La gobernadora Pavlovich expresó su disgusto por el manejo del caso por parte de la PGR, pero todo indica que no existe recurso legal para dejarlo en prisión un largo tiempo más…

José Santiago Healy
jhealy1957@gmail.com