Impacta The Crown

La serie The Crown (La Corona), cuya segunda temporada lanzó Netflix en fecha reciente con singular éxito, hace reflexionar sobre la lucha intensa y en ocasiones violenta entre los poderosos y la sociedad civil inglesa que desea una vida austera, democrática y transparente de sus gobernantes.

The Crown relata los escándalos, las intrigas palaciegas y los excesos de la monarquía británica, desde las postrimerías del rey George VI en los años 40 y 50 hasta los años 60 cuando la reina Isabel II, quien asumió el trono en febrero de 1952, se afianza en el poder al lado de su esposo el príncipe Felipe, duque de Edimburgo.

Narra también con especial detalle la transformación de una reina Isabel joven e inexperta a una mujer firme y decidida en el complicado manejo tanto de su familia como del poder, en especial su trato con varios primeros ministros, entre ellos el laureado Winston Churchill y posteriormente el polémico Harold Macmillan, quien renunció tras varios escándalos políticos.

La serie televisiva evidencia el poder determinante de la prensa inglesa y como la familia real sucumbe una y otra vez a los dictados de una sociedad moderna que exige a través de los medios un cambio de vida y estilo por parte de la monarquía.

Por supuesto que el cuerpo de asesores de la reina Isabel es lo suficientemente hábil como para detener de cuando en cuando algunas campañas informativas o bien para desviar la atención de la opinión pública hacia otros asuntos cuando algún miembro de la realeza caía en desdicha.

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la corona inglesa enfrentaba todo tipo de adversidades por parte de sus colonias, en especial en África, en este continente la reina Isabel -interpretada magistralmente por la actriz Claire Foy- toma acciones sorprendentes que le permiten mantener el control de países miembros de la comunidad británica.

Esta segunda serie no alcanza a llegar a los años de las crisis económicas de los años 80 y 90, tampoco difunde la llegada de la princesa Diana a la corona inglesa, quien impuso un nuevo y moderno estilo tanto en el vestir como en sus labores filantrópicas que tanta fama le dieron.

Obvia decir que hoy el poder de la reina Isabel poco o nada tiene que ver con el que ostentó hace cuarenta o cincuenta años. En definitiva, la monarquía inglesa que encabeza se ha democratizado y vive tiempos de menos ostentación y despilfarro.
Es difícil saber cuánto cuesta hoy sostener a la Reina de Inglaterra y cuánto costaba en el pasado, lo cierto es que el sistema de gobierno inglés es hoy en día más reconocido y más poderoso que la corona.

Eso sí lo que ocurre en el Palacio de Buckingham de cuando en cuando hace recordar los excesos que se viven en otras residencias supuestamente democráticas como la Casa Blanca e incluso Los Pinos, en donde sus inquilinos gustan vivir mejor que los reyes ingleses.

Fuera de un par de capítulos con escenas no aptas para menores, el resto de la serie puede disfrutarse en familia, sirve también para recordar hechos históricos del siglo pasado que de alguna manera siguen presentes. Por cierto, Netflix ya anunció la series 3 y 4 para los próximos meses.

Vienen las noticias…
Damián Zepeda Vidales, el hermosillense que trabaja hoy en día como líder nacional del PAN, tuvo una destacada actuación durante la semana pasada tanto en los medios electrónicos como en la reciente reunión de su partido. Al joven político sonorense se le vio seguridad y firmeza en sus planteamientos… Refrescante la llegada de la colega periodista Lilly Téllez a la campaña electoral en Sonora en calidad de candidata al Senado por parte de Morena. Lilly cuenta con una carrera impecable en la televisión local y nacional por lo que no dude usted que sea favorecida por el voto de los sonorenses a pesar de la baja presencia de Morena en la entidad… Y usted, ¿cómo pasó ayer el llamado “Blue Monday”? Esperemos que bien y si no ya no se preocupe porque hoy es martes y el sol ha vuelto a salir.

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