Paraliza enemigo a Meade

Digan lo que digan sus seguidores lo cierto es que José Antonio Meade, el precandidato del PRI a la Presidencia de la República, avanza muy lento en las preferencias de los votantes.

Además de su escasa experiencia política y de no haber militado en ningún partido, Meade cuenta con un acérrimo enemigo que no le permite crecer electoralmente ni tampoco moverse libremente en las complejas arenas de la contienda presidencial.

Pero no piense usted que su principal adversario es Andrés Manuel López Obrador, quien no pierde oportunidad para desacreditar a Meade y acusarlo de ser parte de la mafia del poder.

Tampoco su máximo enemigo es Ricardo Anaya, cuyas arengas contra el precandidato del tricolor se repiten día tras día al advertir que el PRI extenderá sus redes de corrupción seis años más en caso de ganar Meade.

Los independientes Margarita Zavala y Jaime “El Bronco” Rodríguez son furibundos críticos del ex secretario de Hacienda, sin embargo no podemos catalogarlos como sus máximos rivales.

En realidad el principal y más dañino enemigo, adversario, contrincante y antagonista de Meade se llama Enrique y se apellida Peña Nieto.

Antes de que los priistas lancen sus críticas hacia este osado columnista, dénnos la oportunidad para explicar el porqué de nuestra aseveración firme y contundente.

Peña Nieto operó un proceso cerrado y totalmente antidemocrático para seleccionar al candidato de su partido. No dio oportunidad de que los cuatro a o cinco finalistas de la contienda enunciaran sus planes lo que habría servido para sacudir las estructuras anquilosadas del PRI.

Es cierto, reconocemos que José Antonio Meade era la mejor carta por su preparación académica y su trayectoria en el sector público, ¿pero será suficiente para ganar una elección tan competida y con la participación de seis a siete candidatos presidenciales?

Además de lo anterior, Peña Nieto ha cometido un segundo y grave error al mantener un control férreo de su partido e impedir que su candidato Meade se mueva con libertad y soltura.

Como si fuera su propia campaña, Peña nombró al coordinador Aurelio Nuño, mantuvo en la presidencia del PRI a su incondicional Enrique Ochoa y ha comenzado a manejar sus fichas para colocarlas en las futuras cámaras legislativas.

Se explica tal exceso porque Peña tomó control del PRI desde antes de su campaña en el 2012 porque el presidente de la República en aquel momento era panista. Sin embargo, no se ha dado cuenta que si desea ganar la elección del 2018 tiene que dar libertad a Meade Kuribreña.

El actual gobierno ha sido el más desprestigiado desde los tiempos de José López Portillo, por lo mismo el PRI difícilmente ganará si Peña y su equipo se mantienen al frente de la campaña.
¿Acaso alguien confía en cartuchos quemados como Osorio Chong y Luis Enrique Miranda para coordinar las bancadas del PRI en el Senado y en la Cámara de Diputados, respectivamente?

Si Meade desea el triunfo tendrá que deslindarse del régimen y lanzar mensajes profundamente críticos ante los lastres y errores cometidos en este sexenio: inseguridad, violencia, corrupción galopante, devaluaciones, parco crecimiento, desprestigio internacional, etcétera, etcétera.

Mientras los candidatos opositores como López Obrador y Anaya se lanzan con todo, el discurso del priista resulta tibio y además cursi al enfatizar el perfil de su esposa Juana Cuevas, como si Meade no tuviera tablas y talento para imponer su propia imagen y presencia.
¿Alguien podrá decirle al señor Peña Nieto que saque las manos de la contienda y se dedique a reparar los daños que abruman al país? ¿O acaso el mexiquense prefiere ver derrotado a Meade para así mantenerse como el primer priista de México?

“Con esos amigos para que quiero enemigos”, tal es el viejo dicho que Meade deberá balbucear durante sus ratos de ocio y reflexión.

Noticias finales
Ahora fue en Nayarit donde se encontraron varias fosas con 33 cadáveres que podrían estar relacionados con la ola de desapariciones que vivió esa entidad cuando se encontraba en funciones el procurador estatal Edgar Veytia, hoy encarcelado en Estados Unidos por sus presuntas ligas con el crimen organizado… Sorprendió que Luis Donaldo Colosio Riojas se lanzara como precandidato a diputado federal en Nuevo León con los colores de Movimiento Ciudadano. El hijo del excandidato presidencial ha sido acre crítico del PRI y del PAN, ahora tendrá oportunidad de buscar una posición política dentro del popular movimiento naranja.

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