CdMx-narco: avisos a tiempo, reacciones tardías pero precisas

La operación quirúrgica de efectivos de la Secretaría de Marina y autoridades policiacas capitalinas liquidó una parte importante del problema del narcotráfico en la Ciudad de México, pero al mismo tiempo le dio la razón al Jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera en su labor de programas integrales de seguridad en la República como responsable de la Conferencia Nacional de Gobernadores.

Eso sí, abrió tres expedientes importantísimos en el problema del narcotráfico y el crimen organizado en la capital de la república:

--La existencia de más de 10 mil narcotienditas para la venta de droga al menudeo.

--La pasividad del PRD en la ciudad de México respecto al tema por su papel en el impulso de la legalización del consumo de drogas prohibidas.

--Y el cruce entre la legalización y los puntos de venta han aumentado el consumo de drogas entre los capitalinos.

Por ello el debate sobre la caracterización del grupo de Felipe de Jesús Pérez Luna alias El Ojos de Tláhuac como cártel o banda criminal es irrelevante; lo que importa es el hecho de que el PRD se hizo cargo del gobierno de la capital de la república desde 1997 y la situación de inseguridad ha empeorado.

Y también está el dato probatorio de que la permisividad en el tráfico de drogas por razones de liberación del consumo no sólo ha aumentado la organización criminal para su distribución, sino que la banda de El Ojos tenía nexos delincuenciales con los cárteles grandes que prefirieron encontrar distribuidores y no asentarse en la CdMx.

Las bandas criminales asociadas a la distribución de droga han derivado en grupos criminales ligados a asesinatos, extorsiones y el control, con el aval de delegados del PRD y de Morena, de zonas territoriales fuera del control institucional del gobierno capitalino.

En este contexto se debe incluir el papel activo del jefe de gobierno Mancera en la decisión de aprobar y participar en la operación contra El Ojos. Como coordinador de la CONAGO y con su operación de un cuerpo especial de policías estatales para auxiliar a estados con problemas criminales ha revelado que las autoridades federales han sido rebasadas por el crimen organizado asociado a las drogas.

La liquidación de El Ojos ha llevado a Mancera a replantear su estrategia de seguridad para ubicarla en el tema político y de partido: el PRD necesita entender que el consumo asociado a la venta clandestina o legal de droga representa un problema de salud pública y por tanto de bienestar, además de un asunto de estudipidización de los consumidores; el PRD parece olvidar que la estrategia de drogas de los EE.UU. ha impulsado, vía la CIA, el consumo de estupefacientes en zonas de afroamericanos como una forma de control social porque los prefieren pachecos que protestando.

De ahí la importancia de la decisión de Mancera de abrir el expediente de las bandas distribuidoras de drogas y sobre todo de aprobar la participación de la Secretarías de Marina y de Gobernación en la operación contra El Ojos. Mientras las drogas no sean legales, su distribución y consumo es un asunto de seguridad interna del Estado y de seguridad política del gobierno de la capital de la república.

El golpe durísimo del gobierno del DF contra una de las bandas más importantes de traficantes de drogas en la capital fue el primer paso para blindar la precaria estabilidad social amenazada por el consumo creciente de drogas.

Política para dummies: La política es la capacidad para saber oler el medio ambiente.
Sólo para sus ojos:

Mal se vio el rector de la UNAM, Enrique Graue, avalando un operativo policiaco que acabó con la muerte de un líder criminal, pero muy tibio en decisiones para combatir el tráfico y consumo de drogas en la Ciudad Universitaria.

A propósito de consumo de drogas, The New York Times acaba de revelar que los trabajadores estadunidenses no pasan las pruebas antidrogas porque son consumidores. Esas plazas estaban ocupadas por migrantes, pero han sido vaciadas por la persecución de Trump.

El otro problema grave en la Ciudad de México es la existencia de bandas criminales, asociadas al narcotráfico, que extorsionan a comerciantes y empresarios vendiendo seguridad o buscando sus lugares para venta de drogas.

El Partido Verde está tratando de revender su alianza con el PRI o con el PAN --fue aliado con Fox en el 2000--, pero exige recursos y posiciones. Sólo que en las encuestas para el 2008 apenas perfila un 1% de tendencia de votos. Por, lo pronto, el PRI se le adelantó con un precandidato a gobernador en Chiapas.

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