El cuento quisieron matarlos
Rubén Mosso da cuenta de uno de los casos más repugnantes de procuración e impartición de justicia y que mantiene, desde 2012, a 14 policías federales en la cárcel y sin sentencia (por falta de ratificaciones periciales y declaraciones de las víctimas), acusados de homicidio en grado de tentativa, daño en propiedad ajena, portación de arma exclusiva de las fuerzas armadas; falsedad y encubrimiento.
La PGR aseguró entonces que los agentes quisieron asesinar a dos agentes estadounidenses y a un capitán de fragata mexicano, pero no aventuró los motivos del supuesto deliberado atentado.
Milenio reveló un día después del episodio que los PFs buscaban a los secuestradores del Director de Protocolo del INAH (Salvador Flores) y a otras víctimas liberadas la tarde anterior a una evidente confusión: ni los federales ni los tres cuyo vehículo blindado resultó baleado se identificaron, se dio una persecución y produjeron más de 150 disparos y heridas leves.
Pero, aclaradas las cosas… Los mismos federales pidieron auxilio y entregaron los heridos a los paramédicos que llegaron en una ambulancia.
