Periodista mondo y lirondo

Juan Pablo Becerra-Acosta fue más oportuno que yo y dedicó su columna de ayer a mi admirado amigo fallecido el viernes, Miguel Ángel Bastenier, y rescató algunas de sus luminosas definiciones del mejor de los oficios.

Me quedo con estas:
-Los periodistas dedicados a hacer un mundo mejor pueden olvidarse de cómo hacer un periodismo mejor.

-Si quieres ser activista está bien, pero no puedes ser periodista también porque ya perdiste el equilibrio. Es como esos conflictos de intereses que les reclamamos a los políticos y funcionarios.

-Muchos medios se han constituido en tribunales “populares” y muchas columnas redactadas por supuestos periodistas se han erigido en mazmorras y patíbulos a la vez.

Practicante de cepa, formador internacional de periodistas (de México y MILENIO detectó y se llevó al exitoso testarudo Víctor Núñez Jaime a El País), Bastenier me hace pensar en Arcadi Espada (de El Mundo), quien le sorrajó el adjetivo "mamarracho" al pobre diablo iraquí (2008) que dejó de ser periodista en cuanto lanzó un zapato contra George W. Bush.
Cuántos Bastenier hacen falta...

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