Generalizar no basta

Sobre el espionaje, el NYT tuvo el pudor de acotar: "No hay pruebas definitivas de que el gobierno sea responsable. El software Pegasus no deja rastros del hacker que lo utilizó...". Y NSO Group: "No se puede determinar exactamente quién está detrás de los intentos específicos de hackeo”. 

La herramienta solo pueden comprarla gobiernos, pero se ignora cuáles o de qué nivel.

PGR y Sedena la compraron. Arely Gómez dice que se usó conforme a derecho (y nada indica que mintiera), y el Ejército lo desechó en 2013 por lo transa del proveedor Susumo Azano.

Un tercer adquiriente, indica Citizen Lab, fue el Cisen, pero sus contratos se mantienen en reserva.

Decir que quien lo compra lo usa es una vaguedad si no se sabe a qué gobierno y dependencias le fue vendido ni quién exactamente espía violando leyes y derechos elementales.

Ingenuo pensar que el malware de NSO es el único para husmear con la trampa del link, pues el mismo NYT (Mattathias Schwartz, Ciberguerra a la venta, 12 de enero de 2017) detalla el uso de la italiana Hacking team en casos tales como el de la elección del presidente del PAN…

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