Al revés volteado

Ayer, después de botear en Chilpancingo, unos 60 estudiantes de la normal de Ayotzinapa se apoderaron de una pipa con 30 mil litros de gasolina, dos repartidores de la Bimbo y una camioneta distribuidora de refrescos.

Perseguidos que fueron por la policía estatal, denuncian que en el túnel del nuevo libramiento a Tixtla los agentes dispararon a las llantas del autobús Estrella de Oro en que viajaban.

Ahí fue capturada una decena de jóvenes, y los que escaparon a esa ciudad se hicieron de una patrulla y levantaron a cuatro preventivos que intercambiaron después por los detenidos.

Más allá de sus implicaciones legales, incidentes como éste son tan rutinarios como absurdo el comunicado de padres y madres de Los 43 exigiendo "alto al uso excesivo de la fuerza contra nuestros compañeros y al uso de armas en manifestaciones públicas", así como una investigación contra los policías que dispararon para que sean procesados y sancionados.

En vez de justicia para el caso de su duelo quieren impunidad para quienes cometen fechorías y castigo para los que trataron al menos de cumplir con su deber.

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