Peor aún concesionarlo
Pereciera que AMLO estuviera librando el lío en que se metió con lo de suspender (si gana) las obras del nuevo aeropuerto e imaginar al actual en mancuerna (técnicamente imposible) con el militar de Santa Lucía.
Concesionarlo suena… desafinado: no tiene armonía con la realidad:
a) Eso se hace cuando no hay dinero para la obra y no es el caso: la Tarifa de Uso Aeroportuario que se aporta es ingreso propio del AICM, no deuda pública ni recurso presupuestal.
b) Concesionarlo sería más caro: implica pagar la Tasa Interna de Retorno, más el costo de créditos y lo que eventualmente pagarían los usuarios. El equivalente de Budapest, concesionado, está costando 45 mil millones de Euros y el de Texcoco 13 mil 300 millones de dólares.
c) El NAIM es un proyecto de gran rentabilidad para el Estado. ¿Por qué cederlo a la IP?
d) Concesionar implica, sin base legal, dar por terminados contratos. Vendrían amparos, suspensiones y deterioro de lo construido: pérdida económica.
e) Una licitación internacional tomaría dos años (uno de ofrecimiento y otro de licitación).
O sea: perder perder…