A escoger: chambas o hijos
Terco en aislar a EU del mundo, Trump dinamita compromisos internacionales con la facilidad que escupe cuanta mentira o tontería dice.
Ahora se retira del Consejo de Derechos Humanos de la ONU como antes del Pacto Climático, la Unicef o el Acuerdo Transpacífico, y da golpes arancelarios a Canadá, la Unión Europea, México y China.
Bravucón incontinente, agravia a Merkel, ofende a Trudeau, combate a Peña y chantajea o amenaza con el Tlcan.
Para colmo, luego de necear con el pago del muro y de que su proyecto migratorio se amorcilla en las cámaras que no están en su poder, aplica el escalofriante programa “tolerancia cero” y toma como rehenes a hijos de indocumentados.
Del crimen que comete responsabiliza a los demócratas, pero ninguna ley estadounidense prevé una medida tan indignante como separar familias y enjaular a niños, niñas y adolescentes.
Por necesitados que estén, los padres de las criaturas enjauladas debieran desistir del ilusorio sueño americano y hacer lo que esté a su alcance para facilitar su deportación lo antes posible y recuperar a sus hijos.
