Como se mueven los presidentes

La corrección política es una arrogancia muy útil para muchos.
Florestán

De repente, en la actualidad, los bisoños se asombran de la movilidad en las dirigencias de los partidos políticos, entendiendo eso de la movilidad, como saltar de uno a otro, lo que es un ejercicio de antaño a pesar de que ahora para que sea sano tiene, dicen, que ser nuevo, que no es uno ni otro.

Dos de los tres partidos históricos han visto llegar a las presidencias de sus respectivos Comités Ejecutivos Nacionales, a quienes lo fueron de otro, siendo el más reciente Andrés Manuel López Obrador que habiendo sido presidente del PRD, 1996-1999, lo dejó en 2012 para encabezar el suyo, Morena.

El antecedente está en el mismo PRD, con Porfirio Muñoz Ledo que fue presidente del PRI en 1975-1976, y luego del Sol Azteca, 1993-1996.

En otros tiempos, renunciaron al PAN habiendo sido presidentes, Pablo Emilio Madero, 1984-1987, que lo dejó en 1991 para crear el Foro Democrático y ser candidato presidencial en 1994 por el Partido Demócrata Mexicano.

También lo abandonaron Efraín González Morfín, 1975, y en 1998 Carlos Castillo Peraza que lo fue de 1993 a 1996, los tres reitero, habiendo sido dirigentes nacionales. El más reciente, Manuel Espino, 2005-2007, que también se fue para formar otro, que no fecundó.

En el PRD, Leonel Cota, 2005-2008, acabó su dirigencia nacional y luego renunció a su militancia. También renunciaría, su fundador y primer presidente, Cuauhtémoc Cárdenas, 1989-1993 y Rosario Robles, 2002-2003, a la que defenestraron.

Y en el PRI, Humberto Moreira, que estuvo en la dirigencia de su Comité Ejecutivo en 2011, fue expulsado, no por sus conflictos legales, que lo llevaron a un proceso en España, sino por ser candidato de otro partido, el Joven, de Coahuila, a una diputación local, que el tricolor le negó.

La paradoja es que esta situación de inestabilidad se da en los partidos grandes, PAN, PRI, PRD y la estabilidad solo existe en las franquicias que siempre han tenido los mismos dueños: el Verde de Jorge Emilio González; el PT de Alberto Anaya; Movimiento Ciudadano de Dante Delgado y el Panal.

RETALES
1. YA NO.- Como le había adelantado, los legisladores batearon la designación del fiscal anticorrupción y la ley de seguridad interna. Pronto dirán, como siempre, que habrá un período ordinario para sacarlas, pero, como siempre, no lo habrá y la echarán para septiembre.

2. BYE.- Un enorme agujero ha hecho a Jaime Rodríguez la renuncia de Fernando Elizondo a la Coordinación  Ejecutiva de la Administración Pública del gobierno de Nuevo León. Les va a hacer falta; y

3. OFENSIVA.- No cabe duda que Claudia Sheinbaum es la más fuerte candidata de Morena, es decir, de Andrés Manuel López Obrador, al gobierno de Ciudad de México. El pleno de la Asamblea capitalina aprobó una moción del PRD, apoyada por PAN y PRI, para que se le investigue por un supuesto conflicto de intereses.

Nos vemos mañana, pero en privado.

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