Aversión a los debates

Sólo quieren su túnica.
Florestán.

En México los candidatos a cargos de elección popular siempre han tenido aversión por los debates. No les gustan, los rehuyen.

Sólo van, y por mandato de ley, a esos monólogos acartonados, blindados, viejos y aburridos que organiza la autoridad electoral con base en la ley que los políticos aprobaron para blindarse, ellos y sus partidos.

Yo recuerdo, en esto de los debates, uno que hice en Primero Noticias de Televisa, en el lejano 7 de marzo de 2000, entre Diego Fernández de Cevallos y Andrés Manuel López Obrador: abierto, duro, frontal a lo largo de 34 minutos, y que quedó como un referente en la memoria política.

Ya para las elecciones presidenciales de 2000, organicé otro en El Noticiero, el primero no oficial entre candidatos presidenciales, con Vicente Fox, Francisco Labastida Ochoa y Cuauhtémoc Cárdenas, una discusión abierta y libre.

Es de recordar el primer debate del entonces IFE, en 1994, entre Diego Fernández de Cevallos, Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas, que se llevó el primero y remató en el postdebate del estacionamiento.

Y no volvió a haber otro organizado por la autoridad electoral, que lo fuera verdaderamente. Incluso en 2006, Andrés Manuel López Obrador canceló su asistencia al primero. Desde entonces solo ha asistido a tres, el segundo de aquella campaña y los dos obligatorios de 2012.

En el caso del Estado de México, solo ha habido uno, el que organizó Carlos Loret en Televisa, y se acabó. Los dos de la autoridad estatal mexiquense fueron una simulación, seis monólogos inconexos en donde cada quien salió a cuidarse, como siempre.

En esa misma campaña invité a cuatro de esos candidatos a un debate que, habiendo aceptado públicamente dos veces, cancelaron, empezando por Delfina Gómez, la candidata de Morena.

Y a mí, por invitar a ese debate, un partido político, disfrazado de ciudadano, y que todo apunta fue Morena, presentó un procedimiento ante el INE para prohibirlo y sancionarme.

El PRD planteó al INE un tercer debate oficial pero libre, debate-debate, y fue rechazado por Morena, PRI y PAN porque ya se había cumplido la obligación legal de dos y de aprobarse, amenazaron, sus candidatos no asistirían.

Así están la política, así los políticos, y así sus temores.

RETALES
1. NO WAY.- Luis Videgaray me declaró ayer que no está previsto ningún encuentro entre los presidentes Peña Nieto y Trump;

2. DESASTRE.- Ayer cité la revelación que me hizo el fiscal de Sinaloa, Juan José Ríos Estavillo, de que en Culiacán solo funciona el nueve por ciento de las cámaras de seguridad, ni una por cada diez. Y ayer me informan que en el llamado C-4 solo trabajan dos personas para cubrir turnos de 24 horas. Y por eso;

3. CRISIS.- La simulación de Tecnoradio que ganó 37 licitaciones de radio en la convocatoria del Ifetel, y por las que pagó 268 millones de pesos, va a provocar que se cancele, impugnen todo el proceso y se inicie una acción legal.

Nos vemos el martes, pero en privado.

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Joaquín López-Dóriga V.

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