Más de 58 millones de spots

Las leyendas no mueren, duermen.
Florestán.

Esta es la última columna que publico antes de la jornada electoral más importante y decisoria de nuestras vidas y las de los nuestros, del país todo: la del domingo, donde no solo se elegirá un Presidente de la República por seis años, si no un régimen que marcará a las siguientes generaciones.

Llegamos al momento decisivo de este proceso que inició el tan lejano como cercano 8 de septiembre en el que con el voto de ochenta millones de mexicanos elegiremos, insisto, no un Presidente, si no un futuro que, por su cercanía, ya es presente.

Venimos de una etapa marcada por la espotización de la comunicación política derivada de aquella reforma electoral que se hizo desde el hígado, el rencor y el engaño al decir que era para desespotizar las campañas y nos reventaron, de acuerdo con la numeralia de Roy Campos, con ¡58 millones 536 mil 576 spots!, sí ¡58 millones 536 mil 576! Y sólo del 14 de diciembre a este miércoles 27 de junio, lo que no tiene precedente en México ni en ningún otro proceso democrático en el mundo.

Esos 58 millones 536 mil 576 spots se dividieron en 17 millones 919 mil 360 en la precampaña, 13 millones 738 mil 176 en la intercampaña y en 26 millones 879 mil 40 en las campañas.

A la alianza del PRI, que tiene como candidato a José Antonio Meade, correspondieron 15 millones 788 mil 325 spots; a la alianza que encabeza el PAN, con Ricardo Anaya, 15 millones 296 mil 787; y la de Morena, con Andrés Manuel López Obrador, nueve millones 227 mil 226, para sumar entre los tres, más 690 mil 642 de los independientes, 41 millones dos mil 980 spots. La diferencia, 17 millones 533 mil 576, fueron para la autoridad electoral y así llegamos a esa cifra original de 58 millones 536 mil 576 spots que se transmitieron en tres mil 754 estaciones de radio y dos mil 468 de televisión, que suman seis mil 222 medios.

El costo en dinero no lo puedo calcular, ya buscaré un experto, pero el impacto político fue de menos cero: los más de 58 millones de spots no sirvieron para mover o inclinar un solo voto, al contrario.

Es tiempo de modificar ese esquema de comunicación política, lo que está en manos de los principales beneficiarios o perjudicados de él: los partidos políticos.
A ver si en la próxima e inminente reforma política.

Pero no lo creo.

Les encanta verse y oírse en los spots, no importa que los dañen.

RETALES
1. CERO.- Purificación Carpinteyro, candidata del Panal, llamó a votar por Alejandra Barrales, de la coalición PAN-PRD, y la bajaron de su candidatura, lo que es tan irrelevante como su declinación;

2. ERROR.- Me parece un error el plan de dos estrategas de AMLO, primos para mejor identificación, que organizan una encuesta de salida para darla a conocer el domingo a las seis de la tarde. Y es un error porque si están tan seguros del triunfo, para qué; y

3. PLAZAS.- Todos los candidatos llenan plazas porque se las llenan. Pero eso no es retrato del voto el día de las elecciones. Las plazas no votan; los bots tampoco.
Nos vemos el martes, ya con el ganador de las elecciones presidenciales, pero en privado.

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