Duarte en el limbo; Borge tranquilo

En el gobierno federal están desesperados ante la virtual desaparición de Javier Duarte. “Ni siquiera `El Chapo Guzmán´ se nos había escondido tanto”, dice un alto funcionario responsable de la búsqueda del ex gobernador prófugo de Veracruz. Las distintas agencias de seguridad que lo buscan, comenzando por la Marina con sus células de élite y siguiendo por el Ejército, la Policía Federal y la PGR, siguen sin tener idea de dónde está oculto el veracruzano y, aunque las últimas pistas siguen apuntando a Centroamérica, entre Guatemala y Costa Rica, la realidad es que todo el aparato de seguridad federal está dando palos de ciego con sus operativos y cateos.

Para colmo, un juez federal ordenó a las autoridades responsables de la búsqueda “cesar el acoso en contra de la familia de Duarte y pidió que disminuyeran las acciones de vigilancia y seguimiento a Antonio Macías, padre de Karime Macías y suegro de Duarte, y quien tiene actualmente bajo su custodia a los hijos de la pareja de prófugos que han burlado a toda la inteligencia del gobierno federal. El último cateo ministerial se efectúo precisamente en una propiedad del suegro de Duarte en Veracruz, aunque Tony Macías hace tiempo se mudó a Chiapas, donde era objeto de un seguimiento permanente porque las autoridades esperan que en algún momento Duarte y su esposa intenten ver o contactar a sus hijos. Pero ante la queja de la familia por “acoso judicial” y la orden del juez, esa vigilancia tendrá que disminuir.

El problema para el gobierno del presidente Peña Nieto es que justo en momentos en que la aprobación presidencial sigue en entredicho y se ha visto afectada por las presiones y golpeteos del gobierno de Donald Trump, había la intención de que se lograra la captura de Javier Duarte como una forma de mejorar la imagen presidencial y del gobierno antes de comenzar las negociaciones formales con el gobierno de Estados Unidos, cosa que ya no ocurrió. Y luego se pensó en lograr algún otro “golpe” en materia de corrupción con los ex gobernadores que han sido investigados, pero ahí tampoco hay grandes avances ni expedientes que permitan sustentar una orden de aprehensión.

En el caso de Roberto Borge, ex gobernador de Quintana Roo, la PGR no ha encontrado hasta ahora pruebas contundentes que acrediten el desvío de recursos federales, por lo que el expediente ha quedado más bien bajo la responsabilidad del gobierno estatal de Carlos Joaquín, pues la mayoría de las investigaciones arrojaron delitos que se refieren al presupuesto estatal.

Otro caso en el que inexplicablemente no se ha podido ejecutar la orden de aprehensión ya librada por un juez federal es el de Tomás Yarrignton, ex gobernador de Tamaulipas, acusado de operaciones con delitos de procedencia ilícita, luego de que se le acreditaron vínculos con el Cártel del Golfo y operaciones financieras con prestanombres para lavar dinero y sobornos de ese grupo delictivo. De Yarrington el último dato que se tiene es que se encontraba escondido en Cancún y a pesar de que se trata del expediente más antiguo y más grave contra un ex gobernador priísta —que incluso es acusado en cortes de Estados Unidos y podría ser extraditado— tampoco se sabe si está siendo buscado o si, igual que Javier Duarte, resultó demasiado hábil para las capacidades de la inteligencia federal.

El único caso de ex gobernadores del PRI que podría avanzar en las siguientes semanas y llegar a una orden de aprehensión federal es el de César Duarte en Chihuahua, y de eso se encarga el abogado Fernando Gómez Mont, ex secretario de Gobernación y quien fue contratado expresamente por el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, para armar el expediente del caso de tal modo que la PGR tenga todo el sustento para actuar por el desvío y lavado de dinero proveniente de recursos y programas federales. ¿Con ese Duarte sí van a poder o también lo dejaran escapar?

NOTAS INDISCRETAS... En la última semana he recibido mensajes en Twitter en contra de Daniel Camacho, caricaturista del diario Reforma. Se trata de mensajes difamatorios y calumniosos hacia Camacho, quien es artera y falsamente atacado por sujetos anónimos y cobardes que, tergiversando comunicaciones personales, obtenidas por la vía del espionaje, acusan y atacan al caricaturista con mentiras y falsedades, grabaciones editadas e imágenes sacadas de contexto, además de falsos testimonios. Quienes conocemos a Camacho desde hace muchos años sabemos que es una persona de bien y un periodista crítico y honesto. Alguien con acceso a espionaje de alto nivel quiere intimidar y desprestigiar al caricaturista, seguramente por su labor de crítica. Todo nuestro apoyo y solidaridad al maestro Camacho ante los cobardes atacantes sin rostro… Los dados mandan Escalera doble. Buen tiro.

Correo electrónico: sgarciasoto@hotmail.com

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