A muchos de sus seguidores les ofendió el comentario del diario The Washington Post

AUNQUE a muchos de sus seguidores les ofendió el comentario del diario The Washington Post, está difícil no ver las semejanzas entre Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador.

EN BUENA MEDIDA, su movimiento -el de ambos- se basa en vender una verdad alternativa, ajena a la realidad, en la que poco importan los hechos y lo que realmente pesa son las consignas, las realidades inventadas y, claro, las frases pegajosas.

EL PROPIO López Obrador ha reconocido que "la mafia del poder" no es algo real, sino un concepto que creó para adoctrinar a sus seguidores.

Algo didáctico, según lo definió.

Igualito que el “drenar el pantano”, como pregonaba Trump para ofrecer un cambio en la forma de hacer política en Washington.

LO CURIOSO es que uno de los argumentos de quienes votaron por Trump es que ya no podían estar peor las cosas.

Hoy tienen a niños en jaulas, separados de sus padres.

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AUNQUE ya pasó el 5 de mayo, la Batalla de Puebla está a cañón batiente entre los aspirantes a la gubernatura, que en esta semana entran en la recta final.

A MENOS que haya cambios de última hora, el viernes el priista Enrique Doger espera recibir el apoyo de José Antonio Meade.

Al día siguiente Andrés Manuel López Obrador acudirá para arropar a Miguel Barbosa.

Y el domingo Martha Érika Alonso cerrará su campaña con una demostración de músculo blanquiazul, aunque Ricardo Anaya no estará presente.

SI BIEN las campañas concluyen el 27 de junio, de aquí a ese día se prevé que la cosa se ponga intensa, no sólo en mensajes y actos de proselitismo; sino también en guerra sucia y, claro, en los operativos de movilización de electores por parte de todos los partidos.

¡Agárrense!

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¿NO QUE muy gallito?

Un diputado venezolano vino a México para retar a un debate a Gerardo Fernández Noroña y éste... ¡le sacó!

CON ESO de que el candidato a diputado federal pregona que Venezuela es el paraíso, no hay crisis, no hay hambre ni desabasto y todos son felices bolivarianos, el legislador Juan Requesens viajó desde Caracas para que confronten sus verdades.

POR SUPUESTO, Fernández Noroña no sólo no ha aceptado, sino que ya le pidió a su amigo el canciller venezolano que mande a alguien para “poner en su lugar” al diputado de aquel país, quien por supuesto es un esbirro del imperialismo, sus hamburguesas y sus refrescos de cola. 

¿Zacatito pal' conejo?