SERÍA una lástima que una buena idea se convierta en una triste realidad

SERÍA una lástima que una buena idea se convierta en una triste realidad, tal y como advierten diversos expertos sobre la figura de los "coordinadores regionales" que planea crear el próximo gobierno.

EL PLANTEAMIENTO de Andrés Manuel López Obrador es preciso: sobran delegados federales y hay que reducir su número y el gasto que representan. Lo que está causando mucho ruido es el poder que tendrán los nuevos súper delegados, pues dicen que podría, inclusive, ser anticonstitucional.

AL CONCENTRAR el manejo de tooodos los programas federales en sus respectivos estados, se convertirán en virtuales virreyes enviados por la Presidencia. Y una cosa es cuidar que no haya otro Javier Duarte y otra, muy distinta, pasar por encima de las autoridades constitucionales, como el gobernador y los alcaldes.

ES OBVIO que aún falta darle forma al planteamiento, pero ojalá que entre los asuntos que el virtual presidente electo está meditando en sus vacaciones incluya las preocupaciones que ya hay sobre los súper delegados. El Federalismo seguramente se lo agradecerá.

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¡AVE MARÍA purísima! Sería bueno saber qué penitencia le pondrán a Loretta Ortiz por haber incurrido en el pecado de la mentira con eso de que el Papa Francisco había aceptado ser parte de los foros de paz de AMLO.

LA COORDINADORA del llamado "proceso de pacificación" salió a tocar las campanas diciendo que El Vaticano enviaría a dos expertos para participar en dichas mesas y que, ¡aleluya, aleluya!, el Pontífice lo haría a través de una videoconferencia por Skype.

SIN EMBARGO, ¡ay, Dios, el mismísimo portavoz la Santa Sede no sólo salió a desmentir la versión de Ortiz, sino que además recalcó que no tiene el menor fundamento lo que dijo.

A LO MEJOR Loretta Ortiz se confundió de Papa o a lo mejor mintió, el hecho es que este tipo de patinones ponen al próximo gobierno en un predicamento innecesario.

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EL QUE salió a ponerle el cascabel al gato de la productividad fue Santiago Levy. El estudio que realizó al respecto para el Banco Interamericano de Desarrollo debería dar muuucho de qué hablar ahora que viene el cambio de gobierno.

Y ES QUE el economista expone que el principal problema de México es la mala asignación de recursos, que premia a las empresas informales y castiga a las formales.

Y COMO hace unas semanas sonó para integrarse al próximo gabinete, resultan especialmente interesantes las reformas radicales que Levy propone sobre impuestos, seguridad social y trabajo. ¿Será que le toman la palabra? Es pregunta muy productiva.