Deportados piden trabajo al estilo estadounidense

repatriados nogales 11042017r21NOGALES, SON.- Al estilo estadounidense, diariamente cerca de 30 personas en su mayoría deportadas de los Estados Unidos, esperan a contratistas a la sombra del Santuario, Catedral de la diócesis de Nogales, buscando la vida como lo hacían al trabajar ilegalmente en el vecino país del norte.

Gustavo Soto deportado por segunda ocasión en febrero de 2017, se dice miembro de la fuerza de trabajo de jornaleros que permanecen detrás de la iglesia, de donde según cuenta, sale para poder sostenerse en México, después de haber pasado de forma intermitente mas de 30 años en los Estados Unidos, pero ahora planea quedarse indefinidamente de este lado de la frontera, ya que si intenta ingresar de nuevo a territorio norteamericano seria inmediatamente detenido y enviado a una cárcel federal por las ocasiones en las que ha cruzado ilegalmente.

“Somos como 30 muchachos y hay días que si hay trabajo, pero hay días que no; trabajo de ayudante de albañil, tengo dos meses que vine de Estados Unidos, me deportaron hace poquito más de dos meses y aquí andamos echándole ganas”, expresó.

Soto explicó que la dinámica de esperar trabajo en este sitio, es similar a los Estados Unidos, en donde los paisanos esperan cerca de las ferreterías y gasolineras, a que los contratistas generalmente “gringos” requieran sus servicios por contratos que pueden durar de un día, hasta varios meses o inclusive años según la magnitud del proyecto y como se desempeñen en las obras.

“Aquí es la misma mecánica, el mismo método, aquí hay de todo, hay plomeros, albañiles, electricistas, de todo, para construir una casa desde la planta hasta el techo, de todo hay, pintores, cualquier cosa que se le ofrezca, hacemos mudanzas, hasta lavamos los carros, el sello de calidad es que la mayoría de estos muchachos son deportados igual que yo, también mucho aquí hay gente de Sonora y trabajadores, hasta centroamericanos, el sello de garantía es que todos trabajamos en los Estados Unidos”, dijo.

Agregó que buscar trabajo de esta forma, muchas veces es la mejor alternativa que sólo vagar por las calles, ya que en su mayoría los jóvenes que son deportados, no tienen sus documentos en regla, por lo que trabajar como ‘chalan’, es la forma que los repatriados tienen para mantenerse de forma honesta.

El punto de jornaleros detrás del santuario, de acuerdo a los vecinos y los propios repatriados, es una forma de empleo que se ha establecido desde hace más de 25 años, a pesar de que en ocasiones han querido retirarlos, ellos vuelven al punto de reunión, que es su lugar para encontrar un trabajo en la frontera, como lo hacían en los Estados Unidos.

EXP/DT/RG/AB/2017