Era poco lo que se jugaba en el partido y fue poco lo que se jugó esta tarde de sábado en el rectángulo verde.

Los celestes llegaron a la última fecha del certamen con la certeza de tener acción en la Liguilla, situación contraria a Morelia, que arribó en el décimo sexto puesto de la tabla y sin esperanza de escalar en la misma.

El juego comenzó trabado en medio campo y con pocas llegadas, en su mayoría desperdiciadas por Milton Caraglio e Irven Ávila.

Al 23', un error de comunicación en la zaga cruzazulina dejó al peruano Edison Flores sólo en el área chica y éste venció con facilidad a Jesús Corona para romper el cero en el marcador.

La Máquina no pareció reaccionar al golpe recibido y sus futbolistas deambularon sin idea por el campo, hasta la llegada del silbatazo que anunciaba el medio tiempo.

Mientras los protagonistas se dirigían al vestidor, los aficionados que se dieron cita los despidieron con abucheos por la nula intensidad mostrada.

Para la segunda mitad, los cementeros salieron con mayor firmeza y soltura al ataque.

El VAR hizo su aparición en el Coloso de Santa Úrsula al minuto 5' de la parte complementaria.

Edgar Méndez cayó al suelo en el borde interno del área grande, hecho que no se marcó como penalti.

Sin embargo, Roberto García Orozco acudió a revisar la jugada y cambió su decisión inicial.

Milton Caraglio emparejó los cartones con un zurdazo abajo al que Luis Malagón ni se acercó.

Con el tanto, el delantero argentino sumó 11 dianas a lo largo de las diecisiete jornadas que componen el torneo local.

Poco le duró el ritmo a Cruz Azul, que con el paso de los minutos volvió a flotar en el terreno de juego, ante la floja exigencia de la escuadra michoacana y con aparente conformismo.

Con este resultado, los celestes se mantienen en la cuarta posición de manera parcial, en espera de lo que haga Pachuca, para definir su rival en los cuartos de final de la Fiesta Grande, que saldrá entre los propios Tuzos, América o Necaxa.

El Universal / MME 04/05/19/EV