Rodolfo Peralta se abre paso en las canchas con Rayos de Hermosillo
El número 13 de los Rayos es un joven comprometido con el éxito, al que nada detiene.
Su determinación en la cancha, aunado a la táctica y la destreza profesional, hacen de Luis Rodolfo Peralta López un jugador excepcional para los Rayos de Hermosillo, equipo del Circuito de Baloncesto de la Costa de Hermosillo (Cibacopa).
Su estatura es de 1.89 metros y tiene 26 años, pero comenzó a jugar desde muy pequeño, divirtiéndose y encestando pelotas en su natal Puerto Peñasco, lugar al que busca colocar muy en alto.
Joven pero no inexperto, audaz en la duela y en la vida, la madurez y profesionalismo que lo caracterizan acapara la mirada del público y los expertos.
Un largo camino
Han sido años de entrenamientos, prácticas, sacrificios para estar enfocado, recordó Luis Rodolfo, quien llegó a Hermosillo en el 2020 para integrarse al equipo.
Buenos resultados
El 2023 del Cibacopa ha sido un año bueno en muchos sentidos, ha vivido nuevas experiencias y aprendizajes con el equipo que dominó el standing en la primera vuelta y actualmente lidera la segunda mitad de temporada.
“Como dicen las estadísticas vamos unos cuantos juegos arriba de los demás equipos, creo que lo importante es que hemos tenido muy buena conexión entre los muchachos, tanto mexicanos como extranjeros”, precisó.
La vida del deportista
Desde que llegó a la escena profesional, Rodolfo Peralta indicó que vive muchos sacrificios, pero el resultado vale la pena.
“La verdad es que no vivimos una vida normal, siempre tenemos que cuidar nuestra dieta, descanso, sueño, entrenamiento, nuestra conducta porque tenemos que dar el ejemplo. En la parte social nos perdemos fiestas, bodas, eventos familiares, ratos con los parientes y la pareja”, enunció el joven.
Recientemente trabajó en el club de basquetbol Ojeda Basketball Performance (OBP) entrenando a niños para que en un futuro se conviertan en atletas y llevarlos al ámbito profesional.
“Hay mucho talento local que hay que cultivar desde muy pequeño”, continuó.
El sonorense es consciente de que la carrera de basquetbolista es corta, por lo que busca aprovecharla al máximo.
Supera obstáculos
A pesar de su 1.89 de estatura, en el basquetbol es considerado un jugador “pequeño”, pero eso no detiene su andar en las duelas.
“Mi estatura es bastante promedio en el ámbito del basquetbol, hasta nos dicen ‘chapos’ en la cancha, porque la verdad es que en mi posición hay gente de 1.90 metros para arriba.
“Pero eso no es una limitante, trato de ajustar esa desventaja con el hecho de ser muy inteligente en la cancha, tratar de no hacer errores, estar una jugada antes, y más que nada hacerle caso al coach, y lo más importante es siempre dar el extra”, señaló.
Aunado a su actividad como deportista, trata de aprender en otros áreas, y actualmente estudia el séptimo semestre de la licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad de Sonora.
Después quiere prepararse en Psicología del Deporte, pues los nuevos tiempos exigen estar cada vez más preparados, agregó Luis Rodolfo.