2020: expectativas y deseos
Cuando inicia un año es muy fácil confundir nuestros deseos y esperanzas con las expectativas y los pronósticos. Unos pertenecen al espacio íntimo de lo que queremos que suceda y, los otros, se dan en un mundo fuera de nuestro control. Sin embargo en estas ocasiones, en donde el aniversario se impone como momento de definiciones, resulta complicado separar los dos mundos.
Además, hay que evitar otro de los vicios en los que fácilmente se puede caer, el profetismo, ese intento para adelantar qué tipo de acontecimientos van a suceder, porque con una realidad tan compleja y cambiante lo más probable es equivocarse de manera rotunda, como les pasa a los que establecen los porcentajes de crecimiento económico de los países, que se la pasan corrigiendo todo el año sus pronósticos. Con estas salvedades hagamos un ensayo para distinguir entre expectativas, deseos y esperanzas.
En una encuesta las opiniones sobre lo que se puede esperar en el año, obedecen más a los deseos que a una deducción informada. Así, vemos que hay un cierto optimismo en las primeras impresiones. Por ejemplo, cuando se pregunta sobre temas complicados como el de seguridad pública la respuesta es que durante el año 2020 va a mejorar para un 50%, en cambio para un 30%, va a empeorar. De la misma manera, sobre la economía de cada persona, la respuesta es que para un 54% va a mejorar y para un 27% va a empeorar. En este optimismo de inicio de año se considera que la popularidad de AMLO va a aumentar para un 49%, en cambio para un 29% va a disminuir (El Financiero, 2/01/2020).
Desde el poder que toma decisiones hay un compromiso para mantener vigente el optimismo ciudadano. Así, para AMLO la seguridad es "un pendiente" (El Universal, 3/01/2020), una deuda, porque el año pasado las cifras empeoraron en materia de inseguridad y violencia. La convicción del presidente es que la estrategia es correcta y va a funcionar. Se trata de una mezcla de deseos y expectativas. En su primera mañanera del año AMLO apuntó los cuatro componentes de la estrategia: consolidar la Guardia Nacional, hacer más trabajo de inteligencia, evitar contubernio entre delincuencia y autoridad y, seguir con los apoyos a los jóvenes para que haya opciones frente al crimen organizado, (Reforma, 30/01/2020). Hay un deseo en el país -que se vuelve expectativa- de que el 2020 sea un año de resultados para bajar la violencia, pero la realidad nos dará la pista de si se podrá empezar a “serenar al país” en el año, o seguiremos de mal en peor.
En la política partidista este año será una larga preparación para las batallas electorales del 2021, en donde se dará la primera confrontación entre Morena y la oposición. En las elecciones intermedias se renovará la Cámara de diputados, 15 gubernaturas, 27 congresos locales y en 28 estados se elegirán ayuntamientos. Una interrogante es si habrá algún tipo de reforma electoral o se jugará con las mismas reglas de 2018. Este año habrá tres partidos nuevos y una parte de la atención pública estará centrada en Morena y su accidentado proceso para renovar su dirigencia, que se ha estancado porque su actual dirigente no quiere dejar el cargo y para eso ha operado todo tipo de triquiñuelas.
En 2020 habrá varios expedientes de tensión entre la 4T y la oposición que serán resueltos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como la "Ley Bonilla", o los topes salariales que algunos organismos autónomos, como el INE, han impugnado. En el Congreso de la Unión se espera una reforma a la justicia, que probablemente endurecerá las penas y tendrá un carácter punitivo. También sería deseable que saliera adelante la legalización de la marihuana.
Cuando se mira al escenario externo, se observa que las elecciones presidenciales en Estados Unidos tendrán una resonancia interna muy fuerte, porque el factor Trump seguirá jugando como una amenaza importante en la política nacional. Esperemos que el conflicto entre Estados Unidos e Irán no se convierta en una nueva guerra. Entre deseos y expectativas iniciamos este 2020 que será como una lotería entre el país que deseamos y el país que tenemos…