Compromisos sobre seguridad y percepción ciudadana

Prácticamente todos los partidos políticos, sus candidatas y candidatos que buscan acceder al poder, han prometido, sobre todo en el transcurso de las campañas electorales, cualquier cantidad de propuestas —unas buenas y otras hasta ridículas— para acabar con este cáncer que aqueja a nuestra sociedad.

Así lo hizo en su oportunidad y durante muchos años, el que hoy ocupa el cargo de presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador. Entre las acciones que ha determinado el Ejecutivo Federal (de acuerdo con los 100 compromisos dados a conocer en el Zócalo de la Ciudad de México), éstas están dirigidas a "…proteger a los ciudadanos que son víctimas de asesinatos, secuestros, robos y otros delitos", buscando "…el bienestar material y el bienestar del alma", garantizando "el diálogo, la tolerancia…. y el respeto a los derechos humanos".

Bajo este contexto, resulta ilustrativo analizar la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el Inegi en la primera quincena del mes de marzo de este 2019, cuyos resultados muestran que la realidad que vive nuestro país, sigue exigiendo de una atención inmediata.

De entrada, la percepción social sobre inseguridad en nuestro país alcanza una media entre hombres y mujeres del 74.6% de 18 años y más, donde la población considera que vivir en su ciudad es inseguro. Para el caso de las mujeres dicha percepción alcanza casi el 80%.

Analizando los datos presentados por el Inegi por ciudades, observamos que el mayor porcentaje de personas de 18 años y más que considera que vivir en su ciudad es inseguro se ubican en: Tapachula, Chiapas; Villahermosa, Tabasco; Cancún, Quintana Roo; Reynosa, Tamaulipas; Coatzacoalcos, Veracruz; Ecatepec de Morelos, Estado de México; y, la Región Norte de la Ciudad de México (que incluye las demarcaciones territoriales de Gustavo A. Madero, Iztacalco y Venustiano Carranza), con 96, 95.2, 93.3, 92.8, 92.6, 92, y 89.6%, respectivamente.

En el otro extremo, las ciudades que presentan una menor percepción de inseguridad se ubican: Saltillo, Coahuila; San Pedro Garza García, Nuevo León; Los Cabos, Baja California Sur (que abarca las localidades de San José del Cabo y Cabo San Lucas); San Nicolás de los Garza, Nuevo León; Durango, Durango; y La Paz, Baja California Sur, con 26.4, 34.5, 38.5, 40.8, 41.7, 42.9, y 49.7, respectivamente.

Ahora bien, de las 70 ciudades y regiones analizadas por el INEGI, en un periodo de tiempo de diciembre de 2018 a marzo de 2019, 38 de ellas muestran una percepción de tendencia creciente de inseguridad, es decir, el 54.2%; aunque las que registran una tendencia a la baja encontramos algunas ciudades prácticamente con una disminución muy poco significativa como Hermosillo, Sonora que en diciembre contaba con una percepción de inseguridad del 63.1% y en marzo de este año registró un 62.9%, es decir, un 0.2% de diferencia; en la misma situación se ubica Coatzacoalcos, Veracruz que en diciembre registraba un 93.4% y en diciembre un 92.6%; la diferencia no es ni siquiera un dígito, pero lo más preocupante en este ejercicio es la percepción tan alta en materia de inseguridad.

Estos números arrojan un panorama muy desolador pero, a la vez, deben ser vistos como uno de los principales indicadores en que el actual Gobierno Federal genere todas las acciones y las políticas públicas respectivas para que la percepción de la población cambie. Y no se trata sólo de pronunciamientos políticos sino de acciones concretas.

Un buen indicador de la población, más que Encuestas o percepciones, serán los resultados que arrojen las elecciones llamadas "intermedias" de 2021 a través del voto ciudadano en razón justamente de las acciones instrumentadas por el actual Gobierno.

Fernando Díaz Naranjo
@fdodiaznaranjo