Después de la JMJ en Panamá
1) Para saber
Durante la Audiencia General del 30 de enero, el Papa Francisco recordó su viaje apostólico a Panamá con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). El Santo Padre mencionó que esta JMJ tuvo una fuerte huella mariana porque el tema eran las palabras de la Virgen al ángel San Gabriel: “He aquí la sierva del Señor, se cumpla en mi según tu Palabra”. Fue gratificante y fuerte escuchar estas palabras pronunciadas por los representantes de los jóvenes de los cinco continentes, y sobretodo verlas mostrar en sus caras.
Se ha propuesto a María como aquella que, en su pequeñez, más que cualquier otro, ha ‘influido’ en la historia del mundo, y “mientras haya nuevas generaciones capaces de decir "aquí estoy" a Dios, habrá futuro en el mundo”, afirmó el Papa.
2) Para pensar
Como en cada JMJ, se rezó el viernes junto al Papa el Vía crucis, quien recomendó rezarlo con frecuencia, pues “caminar con María detrás de Jesús que lleva la cruz es la escuela de la vida cristiana: allí aprendemos a amar como Jesús y María”.
El Papa quiso compartir una confidencia personal: “A mí me gusta mucho hacer el Vía Crucis, porque es ir con María detrás de Jesús, y siempre lo llevo conmigo para rezarlo en cualquier momento. Un Vía Crucis de bolsillo que me lo ha regalado una persona muy apostólica en Buenos Aires y cuando tengo tiempo, lo tomo y sigo el Vía Crucis… hagan ustedes el Vía Crucis porque es seguir a Jesús con María en el camino de la Cruz donde Él ha dado la vida por nosotros, por nuestra redención. En el Vía Crucis se aprende el amor paciente, silencioso y concreto”, señaló el Papa.
Acogiendo la invitación que nos hace el Papa, procuremos rezar la oración del Vía Crucis, con la ventaja de poder también tener uno de bolsillo, sea en papel o digital en un dispositivo electrónico.
3) Para vivir
El Santo Padre destacó el gesto de los numerosos padres y madres que alzaban con los brazos a los niños cuando pasaba el papamóvil como diciendo: “he aquí mi orgullo, he aquí mi futuro”. Y comentó: “¡Cuánta dignidad en este gesto y cuánto es elocuente para el invierno demográfico que estamos viviendo en Europa! El orgullo de esa familia son los niños, la seguridad de esa familia son los niños, el invierno demográfico sin hijos es difícil, ¿no?”, expresó. Los hijos son un don de Dios, un bien y una alegría para la familia.
De acuerdo al Papa Francisco, “el culmen de la JMJ y del viaje” fue la Vigilia del sábado por la noche y la Misa del domingo donde los jóvenes pasaban del entusiasmo a la escucha y a la oración en silencio. En esa oración Cristo nos habla y nos llama a vivir el Evangelio en el ‘hoy’, porque “los jóvenes no son el ‘mañana’, son el ‘hoy para el mañana’, no son el ‘mientras tanto’ sino el hoy, el ahora de la Iglesia y del mundo”, concluyó el Papa. Procuremos, pues, vivir al día un momento para escuchar a Cristo.
Pbro. José Martínez Colín
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