¿Libertad con obligaciones?
Para saber
En ocasiones se piensa que para poder perfeccionar las propias capacidades no se han de imponer obligaciones o reglas que cumplir, sino que se han de dejar en plena libertad para que se expandan cuanto puedan. Pero es un error. Si las reglas son adecuadas, lo que harán es señalar el camino para que por ahí se perfeccione la persona.
Muchas veces, decía el Papa Francisco, pensamos que ser libre significa hacer aquello que yo quiero y muchas veces. No nos damos cuenta que si elijo el mal, pierdo mi libertad y me convierto en esclavo. Si quiero una cosa que me perjudica, soy un esclavo de ello.
Hace poco falleció un gran compositor y director musical: Ennio Morricone. Compuso más de 500 bandas sonoras para cine y televisión. Además de haber obtenido dos Óscares, ganó el “Premio de Música Polar” que es considerado el premio “Nobel de la Música”. Sabía plasmar en la música el sentir de la trama que se estaba desarrollando, siguiendo ciertos lineamientos. Así, se ajustaba al género de la película, se tratara de una del viejo oeste, una del siglo XVIII o de un gánster. En una entrevista mostraba la compatibilidad entre las obligaciones y la libertad, que a continuación se presenta.
Para pensar
Una de las mejores piezas musicales de Morricone fue la que compuso para la película de “La Misión”. Sobre ella, decía Morricone: “La música de La Misión nació de una obligación. Tenía que escribir un solo de oboe, se desarrollaba en América del Sur en el siglo XVIII, y tenía la obligación de respetar el tipo de música de ese periodo. A la vez, tenía que escribir una música que representara también a los indios de esa región. Todas esas obligaciones, aunque me encadenaban, también lograron que saliera algo claro”. El compositor, en su humildad, se queda muy corto, pues no sólo salió algo “claro”, sino que ha sido una de mejores bandas sonoras que se han escrito en la historia del cine. El director de cine Quentin Tarantino declaró que Morricone es el Mozart o Beethoven de la actualidad. En otra ocasión afirmaba Morricone: “El hecho de que haya podido componer música con total libertad ha sido posible porque era necesario que yo cambiara de traje compositivo, el filme lo requería”.
Así vemos que las reglas u obligaciones, no impidieron al compositor obrar con libertad, sino que encauzaron sus capacidades logrando gran perfección en sus obras. Se sintió libre adaptándose a los requerimientos.
Para vivir
Aunque una parte de la libertad es la elección, hacer lo que se desea no es suficiente para ser verdaderamente libre, y tampoco feliz. La verdadera libertad es mucho más, comentaba el Papa Francisco: La libertad es plena cuando, por amor, se decide por el bien verdadero. Y cuando ese bien es el mayor, la libertad alcanza su perfección. Por ello el Papa afirmó que la verdadera libertad se alcanza al experimentar el amor de Dios. Jesús rompió la esclavitud del pecado, nos devolvió la libertad para que seamos capaz de amar y entrar en unión con Dios.
Hay verdadera libertad cuando se da el amor verdadero. Por eso se puede ser libre incluso en la cárcel, aunque seamos débiles y limitados.