Sistema Nacional de Transparencia 2022
Con las recientes elecciones celebradas al interior del Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (SNT) se renovaron las titularidades de las coordinaciones de las comisiones ordinarias, de las coordinaciones de región y de la coordinación de organismos garantes de las entidades federativas de dicho Sistema, que las y los mexicanos, en tanto marco normativo e institucional, nos hemos dado a la tarea de construir e ir consolidando con el objetivo de generar las condiciones y los canales para la efectiva incidencia de todas y todos en lo que es nuestro por derecho.
A pesar de la compleja situación que ha implicado la pandemia en el mundo entero, los trabajos del SNT no se han detenido en este tiempo.
Por el contrario, las instancias que lo conforman han buscado, en todo momento, abonar al pleno ejercicio y disfrute de las libertades y derechos ciudadanos a través de la democratización de la información que las tecnologías permiten, así como generar espacios para el diálogo público permanente, combatir la discriminación y promover la inclusión, la apertura y, más que nada, la sustancial responsividad de las instituciones ante las necesidades, intereses y demandas de las personas.
Todo ello, entretejiendo con sus acciones las fibras de la confianza pública tan necesaria para la legitimidad institucional, por medio de la gradual sustancialización de las culturas del acceso a la información, la transparencia, la rendición de cuentas, la protección de los datos personales, gobierno abierto y materias afines.
Para el 2022, vislumbro un Sistema Nacional de Transparencia no solo renovado en cuanto a quienes tendrán la alta encomienda de encabezar las comisiones y coordinaciones de su estructura, sino también, en cuanto a sus enfoques, perspectivas y proyecciones a futuro.
Porque me parece que esta difícil situación que como humanidad atravesamos con motivo del COVID-19, debe instarnos a ser creativos e imaginar nuevas vías para dar cauce a la debida comunicación entre las personas y sus instituciones y a capitalizar los aprendizajes obtenidos para dar continuidad a aquellos esfuerzos que han rendido frutos y han sido útiles para las personas en su vida diaria.
Quizá, esa es la palabra: continuidad; porque el cumplimiento cabal del mandato constitucional que ha puesto en manos del SNT y de las instituciones que lo integran, la fundamental encomienda de garantizar eficazmente ciertas áreas relativas a libertades y derechos humanos arraigados en lo más profundo de un concepto de democracia ampliado, precisa de tal continuidad y de la construcción incremental de las culturas sociales correlativas a dichas áreas constitucionales que son de la mayor importancia a la construcción de una ciudadanía informada, crítica, inquisitiva y, sobre todo, involucrada en lo público.
La Constitución federal es única a través del tiempo, en ese sentido, el mandato para el SNT es unívoco y por demás claro. Por ello, tras voltear a la historia que describe los avances de las materias de su competencia, es importante apreciar que lo logrado es producto de la constante construcción de lo público a través del diálogo y la conversación incluyente, elementos sin los que todo tipo de avance es impensable.
Los retos jamás serán menores y, tratándose de expandir los alcances de las libertades humanas, las instituciones que conforman el Sistema Nacional de Transparencia han ganado vigor y fortaleza tras las reformas que le dieron surgimiento en los años 2014-2015 y que no casualmente confluyeron con las realizadas en materia electoral y combate a la corrupción.
Por ello, la renovación democrática de liderazgos en el Sistema Nacional de Transparencia, y en toda institución, es siempre una buena nueva, porque trae consigo visiones que, al compartirse, amplían nuestras posibilidades de crecimiento, tanto individual como colectivo; y así dan cabida al desarrollo de todas y todos por igual.
Hoy el Estado mexicano avanza hacia mejores momentos con base en una lógica de responsabilidad y rendición de cuentas que, estoy cierto, habrá de ser continuada en su impulso por parte del SNT en los próximos años y en beneficio de todas las personas. ¡Que la vida reparta suerte!