Ingerir pimienta negra no garantiza evitar contagio de Covid-19
CIUDAD DE MÉXICO.- Luego que un grupo de investigadores descubriera que compuestos nitrogenados, provenientes de la pimienta negra, cuentan con propiedades antivirales que podrían tratar la enfermedad del Covid-19, Juan Vázquez Martínez, catedrático del Tecnológico Nacional de México y titular del trabajo, explicó que estos contienen una similitud estructural con la de los inhibidores para el SARS-CoV-2.
El especialista mencionó en entrevista con EL UNIVERSAL que estos compuestos, conocidos como alcamidas y piperamimdas, se encuentran distribuidos, principalmente, en las plantas de la familia Piperaceae; parientes de la pimienta negra; Capsicum, de donde proviene el chile; y en el género endémico mexicano Heliopsis longipes, de la que forman parte la raíz chilcuague.
La piperamida de la pimienta negra se concentra en cantidades muy bajas, pues cuenta con tan sólo 15 a 20 miligramos por kilo, ‘lo que es realmente muy poco’.
Sin embargo, expuso que esto se debe a que las plantas, tienden a acumular un compuesto en específico y muchos otros en trazas, lo que quiere decir que el elemento químico de concentración es muy baja, con el objetivo de protegerse contra los virus, hongos y bacterias que se encuentran en la naturaleza.
De este modo es que las plantas diversifican sus compuestos, como es en el caso de la pimienta negra:
“Como ocurre con los antibióticos. Cuando se aplica una sustancias química específica, las bacterias la empiezan a reconocer y desarrollan mecanismos para destruirla”, ejemplificó Vázquez Martínez.
Para evitar ese efecto, las plantas generan varios compuestos de baja proporción para que la bacteria no pueda desarrollar un mecanismo de defensa.
“Por ejemplo, al enfrentarse a 50 compuestos diferentes, la bacteria no sabe hacia cuál desarrollar la defensa”, como sucede en el caso de la pimienta negra que cuenta con ese número de compuestos, “y es ahí en donde radica la importancia de este estudio”, en el que también participan los investigadores Mercedes G. López, Jorge Molina Torres, así como el doctorando Tonatiuh Campos García y Manuel Gutiérrez Villagómez.“¿Qué sucedería cuando probamos esos 50 compuestos al mimo tiempo?”, se cuestionó el académico.
El estudio que llevaron a cabo fue ‘in silico’, por medio de un modelado por computadora, no permite más que probar un compuesto a la vez, por lo que hasta el momento sólo cuentan con las conclusiones de los compuestos aislados, por ello es que están interesados es conocer si mezclando compuestos de la misma planta se potencia el efecto o se mantiene en los mismos niveles.
El microbiólogo mencionó que una de las ventajas con las que cuentan las piperamidas es que son reconocidas por el cuerpo humano gracias a los receptores que cesan el frío y calor dentro de nuestro sistema.
“Por eso cuando comemos chile nos da la sensación de que nos quemamos, ocurre lo mismo con la pimienta y las alcamidas, ya que se pegan en los mismos receptores para censar las temperaturas y es de este modo que modifican nuestras sensaciones”.
Este estudio, que contó con el subsidio del Tecnológico Nacional de México, y la participación del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) y el INRS Canadá, ayudó a identificar nuevas formas por las cuales las piperamidas son recibidas por el cuerpo humano al detectar que tiene potencial para unirse a la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que se encuentra en las células epiteliales y que están involucradas en el proceso de infección del coronavirus.
Además, este compuesto es el grupo con mayor potencial para inhibir la proteasa principal del virus al detener su replicación, pues a través de esta el patógeno madura las células que necesitará para generar la próxima generación.
Es así que la predicción del modelo de los investigadores estima que “las piperamidas actuarían una vez que el virus se encuentra dentro de la célula humana”, en la etapa en la que el SARS-CoV-2 se replica, mismo momento en el que se empiezan a presentar síntomas de la infección.
El investigador manifestó que en caso de que sea aceptada como un tratamiento farmacológico sería a través de administración oral porque las amidas son solubles al agua, además de que no interfiere con el sistema nervioso central y por sus características de peso molecular y polaridad, lo convierten en viable para ser ingerido.
En cuanto a si el consumo de pimienta negra podría ser de ayuda para evitar el contagio del Cóvid-19 o atenuar los síntomas de la enfermedad, Vázquez Martínez aclaró que el resultado de las investigaciones dice es que estos compuestos y otros se encuentran en esta planta, por lo que probablemente el consumir pimienta negra “no quiere decir que lleguen en la dosis que se necesitaría para combatir el virus”.
EXP/UNI/EV/OCT/2020