¡Aún puede ser nuestro año!
Nos encontramos a muy pocos días de decirle adiós al 2019. Un año, que, sin duda alguna, se fue en un abrir y cerrar de ojos. Trescientos sesenta y cinco días, que probablemente no nos bastaron para poder cumplir completamente nuestra lista de propósitos.
Tal vez este no fue nuestro año, a lo mejor en junio nos sentimos decepcionados porque ya habían pasado seis meses y seguíamos siendo la misma talla de pantalón o incluso dos tallas más y “es que resulta casi imposible comer saludable con el poco tiempo que tenemos”.
Quizá en septiembre nos dimos cuenta de que no pudimos comprarnos un auto nuevo “porque con esta vida, resulta cada vez más difícil ahorrar”.
Y ya para noviembre o diciembre, decepcionados, entrar al gimnasio parece una mejor idea entrando el año porque “¿para qué entrar ahorita?, mejor disfrutemos de la comida en estas temporadas y el año que viene, ahora sí, con todo”.
Tal vez nos resulte familiar lo que leímos, porque así somos algunos. Encontramos siempre la excusa perfecta para justificar nuestra incapacidad y falta de determinación para poder cumplir nuestros propósitos de año, y la mayoría del tiempo preferimos posponer las cosas y encontrar justificaciones.
Tenemos la mala costumbre de posponer todo acompañado de frases como “mañana lo hago”, “el siguiente mes”, “el próximo año”, y así se nos va la vida, dejando las cosas inconclusas y muy probablemente olvidadas para finalmente lamentarnos a final de año por no haber cumplido absolutamente nada.
Pero ¿quién nos dijo que tenemos que esperar un nuevo año cuando tenemos una nueva oportunidad todos los días?
Podemos iniciar a cumplir nuestros propósitos ahora mismo. ¿Queremos entrar al gimnasio? No esperemos hacerlo hasta enero, ¡entremos ya! ¿Queremos aprender algo nuevo? Tomemos un libro y ¡leámoslo! ¿Queremos ahorrar? No esperemos al mes que entra, ¡guardemos dinero ya!
Aprendamos a ser más determinados y disciplinados con nosotros mismos y dejemos de lado las excusas, los pretextos y mejor empecemos a trabajar en nuestras metas, sueños y objetivos.
Hay que recordar, que sin importar el mes que sea, siempre estaremos a tiempo de trabajar en ese cuerpo soñado, en ahorrar para ese auto nuevo o en viajar a esa playa hermosa, sólo es cuestión de que dejemos de justificarnos, y empecemos a realizar acciones que nos acerquen a eso que anhelamos con todo nuestro ser. Responsabilicémonos de nuestras actitudes y comencemos a actuar.
No olvidemos que la vida es demasiado corta para vivir en el mañana, el mejor momento para hacer que las cosas pasen ¡es hoy! Confiemos en nosotros mismos y descubramos lo capaces que somos de poder lograr lo que queramos.
Nunca es tarde para empezar de nuevo, ¡hagamos que cada día cuente y que las cosas sucedan! No necesitamos de un nuevo año para poder empezar a trabajar en nuestros propósitos de nuevo. ¡Los comienzos los decidimos nosotros, en el momento que queramos!
¡Aún estamos a tiempo de hacer este año nuestro año!
Estudiante en Ciencias de la Comunicación y locutora en Pop Extremo.
Instagram: angiecampa19