¿Cómo cerrar un ciclo?
Siempre es importante saber en qué momento se acaba un ciclo o una etapa de la vida. Al parecer, todo tiene su tiempo y cuando algo termina es importante saber que no hay que insistir en quedarse ahí más allá del tiempo necesario.
Cerrar un ciclo es dejar ir. ¿Término una relación? ¿Te despidieron del trabajo? ¿Murió algún familiar? La vida sigue su curso y nada se detiene aun con estas circunstancias vividas. Al intentar rescatar lo aprendido de cada situación, sin embargo, esto lleva un proceso y cuando esto llega a ocurrir recordamos con verdadero cariño lo vivido.
El cierre tiene varias maneras de hacerlo en tanatología, como técnicas de despedidas, rituales e iniciar un proceso de duelo. Podemos empezar por: Aceptar lo vivido: Es importante recordar todo lo que vivimos en ciertas situaciones, aunque parezca difícil o queremos olvidarlo, no todo lo que se recuerda es negativo, en toda experiencia hay momentos que quisieras conservar y que tal vez en un principio no fue así, pero en el futuro serán recuerdos que te harán darte cuenta de lo importante que fue tener ese aprendizaje o esa historia en tu vida.
Perdonar y perdonarte: A veces es difícil perdonar porque alguna persona nos pudo haber herido o nosotros a los demás, pero con el paso del tiempo te das cuenta que es más un descanso el lograr estar en paz que seguir dándole vueltas a situaciones del pasado que ya no cambiarán. Perdonar es liberar a la otra persona o alguna situación, y es también un acto de amor para nuestra alma que ha cargado con un enojo o tristeza innecesario.
Soltar, ríndete: A veces no todo resulta como en algún momento lo planeaste, no todo es lógico o justo y necesitamos aprender a vivir con eso. Se escucha fácil decir, suelta, ríndete, pero he comprobado una y otra vez que mientras más me torturo queriendo resolver rápido o entrando en un berrinche, más se complica y cuando por fin, suelto y me rindo, todo fluye. Confiar en los procesos de la vida también nos permite bajar nuestra ansiedad y tranquilizarnos.
Tener fe ante situaciones que no podemos controlar nos dará la paz necesaria para seguir adelante. Despréndete: Es importante abordar el duelo si tuviste una pérdida mayor. Elizabeth Kubler Ross enlista varias etapas que conllevan su tiempo y que requieren de paciencia; estas son: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Resignificar: Es darle una nueva significación a un acontecimiento o conducta, es darte cuenta de lo vivido y de qué manera eso toma un valor diferente de cómo lo viste en un principio. Ciertas situaciones pueden haberse interpretado de una manera y con los años adquirir una nueva forma de verlo. Es otorgar un sentido diferente al pasado a partir de una nueva comprensión en el presente.
Un ciclo es el compilado de momentos vividos, lleno de sentimientos agradables o no, a los cuales nos apegamos, ya que nos trae diferentes recuerdos. Estamos terminando un año más e iniciando también un nuevo principio. Te invito a reflexionar cómo quieres iniciar; suelta el pasado y agradece lo vivido.
Puedes escribir una carta agradeciendo lo recibido por este año, por lo bueno y lo no tan bueno que te ayudo a crecer y aprender. Dejar ir y abrir los brazos para lo que viene.
La autora es licenciada en Psicología Correo: psic.gladys12@gmail.com