Covid-19, más personal que laboral

El autor es consultor y director general de 3TCConsulting.

La situación con el coronavirus nos pone en un escenario parecido al de algunas películas o series en el que un grupo de personas se queda extraviado en una isla o en una cordillera y deben trabajar en grupo por su supervivencia.

No importa tu ocupación, edad, posición económica, sexo o nivel educativo, eres uno más del grupo, y te conviertes con tu actitud en un recurso o en una carga para los retos del equipo, que en el caso de mi ejemplo es sobrevivir mientras son rescatados.

La diferencia en nuestro caso es que el virus viene a nosotros y cada uno de nosotros puede ser un foco de contagio, y el riesgo de adquirir el virus está presente no sólo en la empresa, sino en cualquier espacio en el que nos movamos en la ciudad y en el mundo.

Considero importante hacer esta observación, ya que por la inercia de la dinámica organizacional, podamos caer en una confusión cultural en la que el colaborador sienta que el protegerse del Covid-19 es sólo un tema de la empresa, aun así, hay gente en la misma organización que se resiste a llevar a cabo estas medidas, como si se sintieran inmunes o naturalmente excluidos del riesgo de contagio.

¿Qué hacer?

Es importante que el director general o la máxima autoridad en la organización dé personalmente el mensaje y lo haga en la manera correcta, en el tono correcto y con la actitud de preocupación que el tema amerita.

¿Qué comunicar?

  • Que dentro del centro laboral deben de estar completamente a la defensiva, especialmente con los “rebeldes” que tratarán de meter presión social ridiculizando las medidas de prevención ( Y que deberían poder señalar con las autoridades dentro de la organización).
  • Que estamos en un escenario de riesgo no sólo en el trabajo, sino que también en el transporte y traslado al hogar.
  • Que en el hogar, como en la empresa, debemos de cuidar de no incrementar el riesgo, por relajarnos, (las prácticas en casa son diferentes de la oficina: de lavado de manos y cara, limpieza de zapatos y cambio de ropa inmediato) antes de saludar a nuestros seres queridos es altamente recomendable.
  • Una actitud drástica, pero que puede ser altamente efectiva en estas semanas cumbre de contagios, es el asumir que se traten a todos los demás como contagiados, que exijamos distancia, que no nos sintamos obligados a saludar de mano, que usemos y solicitemos a los terceros que no se retiren el cubrebocas mientras se tiene una conversación, ventilar áreas cerradas, y preferir el uso del chat, en lugar de ir al lugar del otro para ver algún tema.
  • Que las reuniones que tengan que tenerse se hagan en espacios abiertos, de pie y con límite de tiempo estricto.

Cuidarnos unos a otros es la regla de oro.

¡Hasta la próxima!

El autor es consultor y director general de 3TCConsulting.

eduardo.estrada@3tcconsulting.com