¿Cuánto vale su organización?
En esta colaboración que es la número 50 que publicamos en EXPRESO le voy a explicar cómo se valoriza una organización de manera monetaria.
Las grandes corporaciones, esas que participan en cualquier Bolsa de Valores, manejan su tasa en relación a tres factores: acciones (de tipo ABC, cada uno con diferente precio), así como inventarios (lo que tiene y produce) y por supuesto su capacidad mediática para el manejo de su marca que conlleva y asegura por ejemplo mayores ventas, y por ende, mejores ganancias.
De hecho, por ejemplo, cuando una empresa ingresa a cualquier bolsa -sobre todo la de México-, el primer requisito es que en la mesa directiva no participen familiares de los propietarios.
Por ello, hay gran cantidad que no cotiza en la bolsa donde pueden obtener recursos favorecedores para sus índices de crecimiento, como en el caso de México, ocurre con Coppel que está más allá del bien y del mal.
Si acaso, se les permite a esos propietarios formar parte del Consejo Administrativo que es otra figura a la cual no se opone la institución financiera nacional como ocurre con Bachoco, por citar detalles.
Hagamos a un lado este sistema de financiamiento privado y veamos las características requeridas para evaluar cuánto cuestan otro tipo de organizaciones.
Los encargados de este tipo de situaciones financieras colocan un costo en fase 1, 2, 3, etcétera, para hacer un análisis de costos.
Si es un producto o servicio, se analiza el mercado donde están inmersos y colocan un precio dependiendo de la introducción efectiva en los diferentes públicos a los que acceden, que fluctúan dependiendo del área georeferencial y sobre todo los diferentes aspectos relacionados con la competencia.
¿Y si es un producto único en el mercado?
En este caso la fase 1 la imponen los especialistas colocando una cantidad que consideren que sea competente y referencial pero con el mundo.
Hay 5 puntos que todo financiero analiza antes de poner un valor monetario a la organización:
1.- Estructura organizacional, creada a través de los tiempos y su efectividad lograda.
2.- Los tres sistemas básicos: efectividad del tipo de liderazgo principal, planeación estratégica y procesos de comunicación, atención a problemáticas, y sobre todo, capacidad de crecimiento.
3.- Estructuración financiera que requiere la comprensión de todos los sistemas administrativos que inciden en una organización, que va desde ventas, cobranza, promoción de lo que ofrecen, así sean aspectos intangibles como ideologías de partidos políticos o entes religiosos, procesos relacionados con impuestos y un largo etcétera.
4.- Manejo de situaciones de crisis, que es un compendio de acciones realizadas al verse inmiscuidas en este proceso (todas las organizaciones las sufren), y el estudio de la actuación y repercusiones monetarias una vez analizados los aspectos negativos y positivos logrados.
5.- Proyección a futuro, que es el manejo en corto, mediano y largo plazo de la organización con miras a logros per se, que dibuja la capacidad de obtener mejores logros productivos sustentados en todo lo anteriormente comentado, independientemente del tamaño del organismo. Incluso un taquero de la calle se ve inmerso en esto.
El autor es periodista con más de 35 años de experiencia, LAE, MCO, DAP.
Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de CEO, Consultoría Especializada en Organizaciones.
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