Día de la sobrecapacidad de la Tierra
El “Día de la sobrecapacidad de la Tierra”, conocido en inglés como “Overshoot Day”, es el día en que “agotamos” los recursos que el planeta Tierra es capaz de producir en un año, es decir, terminamos con los recursos que podíamos consumir todo el año y este día nos hipotecamos entrando en números rojos, consumiendo los recursos de más de un planeta.
Es un concepto de cálculo complejo, pero con un sencillo e importante significado para la sostenibilidad de la vida en el planeta.
El 22 de agosto pasado, la humanidad ya consumió todos los recursos que el planeta es capaz de regenerar este año.
El “Overshoot Day”, también conocido como “Día del sobregiro”, se ha retrasado 3 semanas en comparación con 2019.
La pandemia de Covid-19 ha obligado a reducir la actividad humana y esto ha dado un leve respiro al planeta, que sigue lejos de ser sostenible a este ritmo.
En 1970, la biocapacidad de la Tierra era más que suficiente para satisfacer la demanda anual de recursos para el desarrollo humano.
Pero en medio siglo transcurrido desde entonces, hemos superado constantemente a nuestro único planeta.
La humanidad ahora consume alrededor del 60% más de lo que la Tierra puede producir en un año, esto quiere decir que necesitamos 1.6 planetas para sostenernos.
Debido a la pandemia, las proyecciones este año señalan una reducción de casi el 15% de las emisiones de CO2, como resultado de la disminución relacionada con el Covid-19, en el uso de combustibles fósiles en los sectores del transporte, la energía, la industria, la aviación y la vivienda.
El cálculo global del Earth Overshoot, que utiliza información de organizaciones como la Agencia Internacional de Energía, también incluye la producción forestal, que se redujo casi un 9%, y nuestra huella alimentaria, que se mantuvo estable.
La contracción de este año es bienvenida.
Pero el hecho de que sea accidental significa que no es sostenible.
Lo desafortunado de la disminución de la huella de este año es que esta reducción de las emisiones de carbono no se basa en una mejor infraestructura, como mejores redes eléctricas ni en el uso más generalizado de energías renovables o ciudades más verdes.
Se fundamente en la disminución de la actividad económica global obligada por la pandemia.
Necesitamos mover la fecha por diseño, no por contingencia.
No hacer nada, estar confinado en casa, no es el tipo de transformación que necesitamos.
No es duradero.
No es factible.
Con el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos, imponemos una mayor demanda a los ecosistemas que son esenciales para la supervivencia no sólo de la humanidad, sino también de las especies con las que compartimos el planeta.
Cualquier intento de mover la fecha hacia la compatibilidad con el planeta requiere de una reducción sistemática de nuestra huella ecológica de manera que también se ajuste a las restricciones de la ciencia del cambio climático.
No es posible vivir como si tuviéramos a nuestra disposición más de un planeta, es ilógico.
Estamos viviendo a costa de los recursos naturales de las generaciones futuras.
¿Hasta cuándo podremos seguir forzando los límites del planeta?
En menos de ocho meses hemos utilizado más recursos naturales de los que el planeta puede producir en 12, y eso que se nos atravesó una pandemia.
Hemos agotado el presupuesto ecológico de la Tierra.
Una “hipoteca” que en algún momento nos pedirá cuentas y habrá que pagar.
Aún estamos a tiempo de lograr detener la degradación de la Tierra: si retrasáramos el Día de la ‘sobrecapacidad’ de la Tierra 4.5 días cada año, en 2050 volveríamos a vivir dentro de los límites del planeta.
El autor es Ingeniero Bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.
gmontanop@yahoo.com