El autógrafo de un ídolo
Recuerdo muy bien el año 1993, cuando mi tío José Luis Elizondo Cantú me llevaba al estadio de los Sultanes de Monterrey, siempre apoyando al equipo de casa. Tenía varios ídolos por ser gran apasionado y enamorado del beisbol desde temprana edad, entre ellos lanzadores como el rey Arturo González, Héctor “El Caballo” Heredia y el parador en corto Remigio Díaz.
No se me olvida que una noche, en un juego donde los Sultanes jugaban contra los Diablos Rojos de México, donde por cierto ganaron los Sultanes, después del juego, esperando entre la multitud en las butacas para obtener un autógrafo de alguno de los jugadores, venía Remigio con sus manos ocupadas, ya que cargaba su guante y bate, se me hizo fácil pedirle su firma en la pelota que obtuve en la quinta entrada debido a un faul que cayó cerca de mí, pero la respuesta no fue la que esperaba debido a que un pelotero muchas veces no se da cuenta de que le hablan, o andas aprisa, se los digo por experiencia propia; en ese momento me puse triste y le pregunté a mi tío el porqué no me firmó la pelota, él me contestó que a lo mejor no me vio y que para el próximo juego se lo volviera a pedir, pero ya no hubo tiempo porque jamás volvimos a coincidir, hasta el año de 2018, donde el gerente, otro ídolo de la afición, Miguel Flores, contrata a Remigio Díaz como coach del equipo.
Me esperé a mediados de esa temporada en donde por más de dos meses busqué la pelota en casa de mis padres, desafortunadamente no la encontré. A mediados de temporada, cuando me decidí llevarle una pelota nueva a Remigio Díaz, lo primero que le pregunté fue: ¿Ahora sí tienes tiempo para firmar la pelota? Y fue tal su admiración que entre risas me pregunta que si porqué le decía eso y le contesté que así me había dejado por 25 años, esperando su firma. Su sorpresa fue grande y me respondió: No me digas eso, Edgar ¿A poco sí? Y ya le conté toda la anécdota y por fin obtuve su firma.
Fíjense la increíble manera en que pasan las cosas, ¿quién iba a decir que estaríamos conviviendo día a día en el mismo escenario?
Esta es una de las maravillosas experiencias que deja el beisbol, el Rey de los Deportes.
Se despide su amigo de hoy y siempre, ‘El Perrón 54”, deseándoles mucha salud en esta contingencia tan grave del coronavirus y quédese en casa.