El iceberg que rige nuestra mente
Sigmund Freud en su primera teoría sobre cómo funciona nuestro aparato mental, encontró la manera de explicarlo fácilmente a través de una acertada comparación con la noción de un iceberg.
No hay manera de plasmarlo en imagen por este medio, pero imagínalo de la siguiente manera: la punta del iceberg representaría lo consciente; la parte del medio, que divide la punta y el mar, sería el preconsciente; y la parte inferior del iceberg, que es la más grande y que no se puede ver, hace referencia al inconsciente.
Seguramente has escuchado estos tres niveles del psiquismo, y también es probable que hayan sido empleados de manera incorrecta.
Entonces, ¿qué es cada uno?
Empecemos de arriba hacia abajo del iceberg, el consciente es todo lo que tienes presente: lo que vives, piensas y sientes.
Está representado por la punta del témpano ya que es la conducta que puedes observar en ti y los demás, aunque hay cuestiones más profundas que motivan o determinan el comportamiento.
Por ejemplo, si te preguntara ¿dónde te encuentras ahora?
Podrías responder sin problema alguno debido a que es la parte consciente de tu psique la que percibe, procesa y puede describir el presente.
Seguido del consciente, y casi combinado con éste, se encuentra el preconsciente.
Aquí está toda la información a la que podemos llegar a través de los recuerdos o la memoria.
Por ejemplo, ¿qué hiciste ayer? ¿lo recordaste?
Saluda a tu preconsciente, ya que es este mismo el que te permite saber qué pasó ayer, hace un año, o incluso hace diez años.
Por último, y el más importante a traer en terapia psicoanalítica: el famoso “inconsciente”.
Por lo general escuchamos a las personas llamarle “subconsciente” y es un término adquirido por la psicología clásica para referirse a eso que está “por debajo” de lo consciente.
Pero Freud y los seguidores del psicoanálisis lo rechazaron a finales del siglo XIX porque se prestaba a equívocos metodológicos, además de que les parecía que el prefijo “sub” hace parecer menos importante.
Para los psicoanalistas (y seguidores de esta corriente), es más correcto hablar de lo “inconsciente”, porque se refiere de modo más preciso al contenido mental que se encuentra fuera del conocimiento de la persona, lo oculto, escondido, y que escapa de la conciencia.
Es en el inconsciente donde se encuentra la reserva de impulsos y energía mental; su función principal es la descarga.
También aquí se encuentran las huellas infantiles de nuestros patrones de comportamiento.
Sin embargo esta información no la tenemos disponible y difícilmente pasa a la conciencia, a menos de que iniciemos un análisis o psicoterapia, ya que lo olvidamos o reprimimos para poder vivir en sociedad.
“Hasta que no hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, este último dirigirá tu vida y tú le llamarás destino”: Carl Gustav Jung.
La autora es Psicóloga por la Universidad Iberoamericana CDMX.
Cursando Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica en Sociedad Psicoanalítica Mexicana.
Cargo: Psicoterapia Psicoanalítica (modalidad en línea disponible).
nicoledelrincon@gmail.com