El nuevo rostro de la Antártida
Una inusitada y rápida fusión de la capa de hielo en el verano austral en la isla Eagle, junto a la Península Antártica, se hace patente en imágenes de satélite de la NASA tomadas en las últimas semanas, revelándose tristemente por primera vez un nuevo rostro en una de las islas australes.
Donde había una capa de hielo blanca, ahora hay manchas marrones de tierra y rocas. La NASA lanzó el viernes pasado unas impresionantes imágenes de satélite antes y después del norte de la Península Antártica.
Las fotos se centran en Eagle Island, la parte más al norte de la Península Antártica que se extiende hacia América del Sur. Tomadas tan al norte como fue posible. Los satélites tomaron las imágenes con sólo nueve días de diferencia, el 4 de febrero y el 13 de febrero. Pero hubo cambios dramáticos en ese corto lapso de tiempo.
Dos días después de que se tomó la primera foto, el área alcanzó los 18.3 grados Celsius (64.9 grados Fahrenheit), lo que coincide con la temperatura de ese día en Los Ángeles, perdiéndose 4 pulgadas de nieve en promedio. Las temperaturas de la superficie del mar en el área también fueron más altas que el promedio en aproximadamente 2-3 °C.
La NASA explica que normalmente la península está protegida de las masas de aire cálido por los vientos del oeste del hemisferio sur, una banda de fuertes vientos que rodean el continente, sin embargo, los vientos del oeste estaban debilitados, lo que permitió que el aire más cálido cruzara el Océano Austral y llegara a la capa de hielo.
La Península Antártica, una de las regiones de calentamiento más rápido en la Tierra, con temperaturas promedio que aumentaron casi 3 grados Celsius (5.4 grados Fahrenheit) durante el último medio siglo. Y al parecer estos periodos de calentamiento intenso serán cada vez más frecuentes. De hecho la tarea ahora será determinar si esto fue una anomalía o si sugieren un nuevo patrón.
Los científicos intentarán averiguar si el evento de clima cálido en la península norte de la Antártida está en camino de convertirse en un evento climático. Esto podría tener impactos de gran alcance para el área, incluida la posibilidad de que nuevas especies invasoras, incluida el hombre, puedan establecerse en la Antártida si su clima se vuelve más indulgente.
Las recientes temperaturas altas y el cambio climático están causando estragos en nuestro planeta.
Ya nos dimos cuenta de ello, pero como si nada.
El autor es Ingeniero Bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.
gmontanop@yahoo.com