El Topo: realidad vs fantasía
El Topo (1974), novela escrita por John Le Carré, cuyo personaje principal es el agente del servicio secreto británico MI6 George Smiley, posteriormente adaptada al cine bajo el nombre El espía que sabía demasiado (2011), dirigida por Tomás Alfredson, cuyo papel principal fue interpretado por Gary Oldman, narra a detalle dos acciones sustanciales de todo servicio de inteligencia, la Inteligencia y Contrainteligencia versus el Espionaje.
La historia se enmarca en la década de los 70´s donde el principal objetivo del MI6 es desenmascarar a un agente doble, en el argot se les conoce como Topo, quien durante años ha entregado información sensible de la Seguridad Nacional del Reino Unido a la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Todo servicio de inteligencia, civil o militar principalmente basa sus acciones en inteligencia y contrainteligencia, la primera tiene por objeto generar información especializada que aporte insumos a los procesos de toma de decisiones relacionados con el diseño y ejecución de la estrategia, políticas públicas y las acciones en materia de Seguridad Nacional. Es decir, tiene capacidad preventiva, ayuda a la toma de decisiones, es apegada a la legalidad y respeto a los derechos humanos, en este sentido los gobiernos con objetivos claros respecto a la prevención de riesgos y amenazas para su seguridad saben explotar sus características tácticas, operativas o estratégicas en el ámbito civil, militar, policial y de seguridad interior o doméstica.
La contrainteligencia tiene el propósito de proteger la capacidad de los estados mediante acciones que permiten salvaguardar su Seguridad Nacional contra actos hostiles que traten de infiltrar a las instituciones, manipular la toma de decisiones o sustraer información de estrategias, metodologías y acciones orientadas a preservar su soberanía nacional.
Por otra parte, el espionaje también utiliza técnicas propias de la inteligencia y contrainteligencia con la meta final de causar un daño tanto al estado como a sus habitantes, puede ser utilizado tanto por gobiernos o particulares contra presidentes, gobernadores, alcaldes, instituciones de gobierno, empresas, medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales, ejército, fiscalías.
Se vale de técnicas como la infiltración en las filas de contrarios para suministrarse de información valiosa sobre actividades, planes, proyectos, recursos económicos y humanos, acciones mediante las cuales el operario hábilmente se gana la confianza de la estructura de mando de la institución u organización para conseguir los objetivos trazados.
La penetración logra que uno o varios miembros de los gobiernos u organizaciones infiltradas trabajen de forma consciente o inconsciente con el Topo, quien se ha valido del soborno, chantaje o manipulación para cooptarlos, es ahí donde la inteligencia y contrainteligencia son antídotos para detectar y eliminar todo riesgo y amenaza para una nación, organización o empresa; todo eso sucede diariamente alejado del fantasioso mundo del espionaje tipo 007 o Misión Imposible.
Roberto López E.
Jefe de Información de Expreso
roberto.lopez@expreso.mx