Ética publicitaria en tiempos digitales

La autora es socia directora de Digitocreativo Publicidad y presidenta de la Asociación Sonorense de la Publicidad A. C.

Hablar de ética en esta era digital parecería que es a destiempo, pero resulta un tema por demás relevante en un contexto donde tanto ‘Fake news’ prolifera en la web, y considerando que actualmente convivimos cinco generaciones simultáneamente tan diferentes entre sí, donde la mitad de ellas no están habituados a este término o sencillamente lo desconocen.

Empecemos, por ejemplo, hablando de honestidad y veracidad:

Es de suma importancia para todas las marcas enfocar su publicidad en hechos y datos verídicos; la coherencia entre lo que se ofrece y lo que recibirá el cliente es fundamental para que se te perciba como una marca confiable y puedas crear experiencias positivas de tus productos o servicios.

Recuerda que tus propios consumidores, y a veces hasta tu competencia, pueden usar la web para destacar tus errores y crear campañas de desprestigio en tu contra.

Tu marca debe ser consistente con sus propios valores y nunca denigrar directa o indirectamente los productos, servicios o conceptos de un competidor, mucho menos copiar sus ideas publicitarias.

Esto constituye no sólo la falta al honor profesional del quehacer publicitario, sino que puede debilitar la confianza de tu cliente con tu marca.

Si te comparas con tu competencia en tus estrategias de comunicación, debe ser de forma justa y basarse en hechos comprobables y fehacientes, evitando que dicha comparación pueda engañar al consumidor.

La forma de comunicarnos ha cambiado, la sociedad misma está en constante evolución y hay tanto “ruido” en las redes, que los criterios y decisión de compra de las personas se ven influenciados muchas veces por información falsa, de ahí la importancia de dirigir nuestro mensaje de comunicación siempre con la verdad; con respeto y dignidad, evitando contenido que incite a la violencia; abstenerse de comentarios discriminatorios por razones de condición social o económica, nacionalidad, género, religión, preferencia política, orientación sexual, características físicas o capacidades diferentes.

Reivindicar los valores de igualdad y la inclusión de todos y todas, puede ser la gran diferencia para que una persona pueda recomendar tu marca y crear lazos de fidelidad con ella.

La promoción de la salud, el bienestar y el cuidado por el medio ambiente debe ser obligado para todas las marcas; no sólo simulando que lo haces con mensajes propositivos y en sintonía con lo que otros dicen, sino con un verdadero compromiso y con hechos que te respalden; si no los tienes, mejor ni mencionarlos, cuenta con que seguramente alguien lo hará notar y puede ser contraproducente para tus objetivos publicitarios.

Es indispensable para todas las empresas trabajar al respecto de este tema con acciones precisas, porque los consumidores buscan e investigan cada vez más lo que hay detrás de las marcas para decidir su compra.

La publicidad no debe ser molesta e irrumpir en la vida de las personas, los publicistas debemos ofrecer contenidos de calidad que reflejen los valores reales de las marcas, para tener una conexión directa, honesta, vinculante y emocionalmente cercana con el consumidor.

Ahí es donde radica el éxito que pueda o no, tener una campaña.