Gromming: el ciberacoso
El Gromming, (del verbo to groom, que alude a comportamiento de acercamiento o preparación para determinado fin), es una acción deliberada donde un adulto, acosa sexualmente a un niño o niña, mediante el uso del internet.
El objetivo del acosador es ponerse en contacto con las niñas o niños e incluso adolescentes, para buscar generar confianza y obtener contenido de tipo sexual, ya sea fotos o videos, material que usará para acosar a la víctima. Con la información que obtenga, empezará a amenazar a la víctima para que le entregue más material o acceda a un encuentro.
Generalmente el adulto se hace pasar por un chico o chica de la misma edad, utilizando fotos falsas que sacan de la red y lograr que la víctima le entregue el material de manera voluntaria, las
engaña compartiendo gustos parecidos que ha visto en internet, ya cuando pasa un tiempo, días o meses, el niño o niña, va pensando que es una persona conocida, aunque en realidad su relación solo se dio por internet y nunca se han visto.
Se va haciendo más “familiar” porque siempre están ahí para “acompañarlos-as”. Cuando han logrado el objetivo, el adulto (abusador) puede llegar a chantajear al niño-a, pidiéndole cada vez más material y en la posición de poder en la que se encuentra, la situación se refuerza con su adultez, la víctima por la vergüenza que siente al enterarse que se expuso a un adulto y que puede mostrar el material privado, llega acceder a lo que se le pida.
¿Qué pueden hacer los padres, madres o tutores de la niñez, para prevenir esta situación? Primero que nada, supervisar las páginas que utilizan y enseñar a usarlas, explícales porque es importante evitar dar información o fotografías que, si se exhibieran en público, se avergonzaran y que una vez que entran en internet son difíciles de borrar, se van a un lugar (nube) y que ya las perdemos para siempre. Evitar usar cámara web.
No compartir contraseñas, usar sobrenombre y no el nombre completo, no compartir ubicación o decir la dirección a personas que no pertenecen a su círculo seguro. En esta era más que evitar
las redes a nuestros hijos-as, es importante enseñarles a usarlas, la seguridad de los niños-as y adolescentes, requieren el acompañamiento de los tutores, si descubres que tu hijo-a está siendo víctima de gromming, lo primero es escucharlo sin juzgar las acciones que ha realizado, buscar ayuda con la ciberpolicia (si quiere poner una denuncia, es importante guardar las pruebas, no borre mensajes o fotos compartidas) y buscar el apoyo psicológico.
Hoy en día, debido al uso excesivo que estamos viviendo con el internet, es común tener un descuido y se puedan dar situaciones que afecten gravemente o en algunos casos que se genere un trauma que se llegue hacer irreversible. Por eso es importante estar siempre en contacto con los hijos-as y generar la confianza necesaria para enterarnos de lo que están haciendo o con quien están hablando.
La autora es licenciada en Psicología, con maestría en Terapia Gestalt.
Psic.gladys12@gmail.com