Guardería ABC, 11 años

El autor es Presidente Nacional del Colegio Mexicano de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil, A.C.

Como siempre, abordaré el tema con toda responsabilidad y seriedad, haciendo crítica y opinión personal, comentando realidades porque el tema merece una auto-reflexión individual y una profunda reflexión como sociedad, para poder tener mejores estándares de vida en beneficio de nuestras familias, pero sobre todo de nuestros niños y niñas.

En materia de riesgos, México ha venido ajustando su normatividad de forma reactiva a distintas tragedias que nos han enlutecido, ahí tenemos modificaciones a las normas de almacenaje de gas por la explosión de San Juanico en 1984; cambios a reglamentos de construcción con el sismo del 85; modificaciones a la norma de estaciones de gasolina con las explosiones de 1992 en Guadalajara.

Pasa el tiempo, gobierno y sociedad bajan la guardia, ya mejor no hacen nada, se presentan explosiones recurrentes por pirotécnica en Tultepec, explosión por huachicoleo en Texmelucan, y para la corta memoria colectiva, los sismos 19S; cientos de muertes.

Como sociedad seguimos fallando porque volteamos la mirada y evadimos responsabilidades morales y sociales.

Continúan las dependencias de los tres niveles de gobierno relacionadas con el ordenamiento territorial, protección civil, salud, educación y trabajo desarticuladas, sin ejercer la transversalidad, permitiendo que el riesgo se construya con omisiones o acciones aisladas e independientes, al menos así se perciben los resultados, sólo basta observar la generalidad de los edificios públicos como los lugares de afluencia masiva más inseguros desde el enfoque de la protección civil.

El preámbulo nos lleva a que este viernes 5 de junio son ya 11 años de la tragedia en la Guardería ABC, el suceso que llevó a Hermosillo al vergonzoso tercer lugar mundial en siniestros de este tipo por la cantidad de infantes fallecidos.

Durante todo este tiempo siempre me hago la misma pregunta ¿Qué otra lección necesitamos para cambiar?

En 2011, por la presión que por más de dos años hicieron grupos de madres y padres de la Guardería ABC, el Congreso de la Unión promulgó la Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil (Ley 5 de Junio), a diez años de ese suceso y a pesar que dicha norma mandata a las entidades federativas a crear la propia, todavía existen cinco como Nuevo León, Campeche, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz sin una Ley de Guarderías armonizada.

Caso contrario Chiapas, donde había una Ley de 2009 y en lugar de modificarla la abrogaron para hacer una nueva, armonizada a la general.

Sin embargo, a pesar de existir una Ley General, una Norma Oficial Mexicana y 27 Leyes Estatales con sus reglamentos y lineamientos específicos, algunos estados y municipios siguen discutiendo por sus competencias y los infantes siguen muriendo, 94 después del 5 de junio de 2009, la mayoría por situaciones en vías aéreas.

Esto refleja fallas en las capacidades del recurso humano y una notoria vulnerabilidad institucional, o quizás, como lo dijo Benjamin Franklin:

“Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas; las demasiado severas, rara vez ejecutadas”.

Con esto nos queda claro que, a 11 años, no lo olvides, falta mucho por hacer.

El autor es Presidente Nacional del Colegio Mexicano de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil, A.C.

marianokatase@gmail.com