Inversión pública y privada para la recuperación
En los escenarios pospandémicos, los gobiernos y los bancos centrales de los países deberán adoptar políticas económicas y acciones gubernamentales en pro de la recuperación, los retos serán definir los modelos de desarrollo sostenible para lograrlo.
Inversión extranjera directa
La Secretaría de Economía presentó cifras preliminares de la Inversión Extranjera Directa (IED); al tercer trimestre de 2020, se ubicaron en 23, 482.3 millones de dólares (mdd), resulta de la diferencia entre 31,171.0 mdd registrados como flujos de entrada y 7,688.7 mdd de salida de capital.
El total de IED captada entre enero y septiembre de 2020 tuvo una caída en -9.9% con respecto al mismo periodo de 2019, el cual ascendió a 26,055.6 mdd.
El acumulado de inversión foránea en los tres primeros trimestres se financió principalmente por: 1) reinversión de utilidades con 53.7%; 2) cuentas entre compañías con 24.9%, y 3) por nuevas inversiones con 21.4%.
La Secretaría de Economía informa la participación de la IED por sectores económicos: 1) las manufacturas figuran en primer lugar con 40.1%; 2) los servicios financieros y de seguros representaron un 18.4%; 3) transportes un 11.8%; 4) comercio 7.2%; 5) minería 5.5%; 6) generación, transmisión y distribución de energía eléctrica 4%, y 7) el 13% restante corresponde a otros sectores.
Finalmente, los flujos de IED por país de origen provinieron principalmente de nuestros socios del T-MEC: 1) Estados Unidos con 39.2%; 2) Canadá con 17.8%; 3) España con 13.7%; 4) Países Bajos con 3.6%; 5) Reino Unido con 3.3%; y 6) el 22.4% restante lo aportaron otros países.
Cumbre de Líderes del G-20
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomienda en la Cumbre de Líderes del G-20 mantener y priorizar en tres medidas de política decisivas para luchar contra la incertidumbre que persiste frente a la desaceleración del ímpetu en las economías donde está resurgiendo la pandemia: 1) poner fin a la crisis sanitaria; 2) reforzar el puente económico hacia la recuperación, y 3) construir las bases de una economía mejor para el siglo XXI.
En cuanto a la política de poner fin a la crisis sanitaria, radica en la colaboración multilateral en el desarrollo, producción y distribución de terapias y vacunas, lo que reduciría los riesgos de suministro y los costos para todos.
Para lograr la recuperación se requiere reforzar puentes económicos, se justifica un apoyo fiscal adicional, por lo que serán necesarias reasignaciones dentro de la dotación presupuestaria, y las políticas del sector monetario y financiero deben seguir siendo acomodaticias.
Tras una mejor comprensión de los impactos de las crisis, el enfoque de los gobiernos deberá desplazarse gradualmente hacia: 1) el reciclaje y la capacitación de los desempleados para facilitar el empleo en sectores en expansióny 2) el apoyo a empresas viables o estratégicas para minimizar las bancarrotas innecesarias.
En referencia a reforzar el crecimiento a mediano plazo y generar resiliencia, los países deben priorizar la inversión pública y privada a gran escala para recuperarse de esta crisis, ahora es un momento oportuno para abordar los desafíos de digitalización, la inclusión y la estrategia energética-ambiental para mitigar el cambio climático para ayudar a elevar el potencial del crecimiento global.
En la sesión “Superando la pandemia, restaurando el crecimiento y el empleo” de la Cumbre de Líderes del G-20, la Presidencia de la República de nuestro país propuso: 1) hacer realidad el compromiso de quitar montos de deuda y del pago del servicio a naciones pobres del mundo y 2) garantizar que los países de ingresos medios puedan tener acceso a créditos con tasas de interés equivalentes a las vigentes en países desarrollados.
En conclusión, para lograr la recuperación es necesario priorizar en 1) aumentar el espacio fiscal por medio de una eficiente fiscalización, manejo de la deuda, ajustes presupuestales y reorientación del gasto; 2) bajar la tasa de interés de referencia para estimular el consumo y la inversión tanto pública como privada, y 3) recuperar los encadenamientos productivos hacia adelante y atrás con la instrumentación de la política industrial y los tratados comerciales (T-MEC, TPP-11 y TLCUEM).
El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora.
Presidente del Colegio de Economistas de Sonora, A.C.
@EspejelJoel joel.espejel@unison.mx