La Cumbre del Clima COP 25 fracasa en sus objetivos

Ingeniero bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.

Aunque se tenían esperanzas, ya que es lo último que muere, en el fondo sabíamos que no se podía esperar más de la Cumbre del Clima. No hubo avances para el mercado de carbono, respeto a los derechos humanos y financiación de pérdidas y daños para hacer frente a los impactos climáticos.

Los negociadores sólo acordaron un débil llamado a los países a realizar esfuerzos más ambiciosos contra el cambio climático. Y han tenido que aplazar de nuevo el desarrollo del artículo del Acuerdo de París referido a los mercados de dióxido de carbono ante la imposibilidad de consensuar un texto.

Este asunto se dejará, nuevamente, para la próxima cumbre que se celebrará en Glasgow en noviembre de 2020.

“Estoy decepcionado con los resultados. La comunidad internacional perdió una oportunidad importante para mostrar mayor ambición, pero no debemos rendirnos”, dijo Antonio Guterres, secretario general de la ONU.

El pobre resultado obtenido tras horas de frustrantes negociaciones agranda la desconexión que existe entre los gobiernos del mundo y la ciencia respecto a la crisis climática.

Los científicos presentaron sus informes climáticos señalando entre otras cosas que 2019 será un año de récord de temperaturas y que las emisiones de dióxido de carbono volverán a marcar un nuevo máximo histórico.

Pero todo fue estéril. La participación de los movimientos juveniles, con la activista Greta Thunberg a la cabeza, reprocharon a los mandatarios que los esfuerzos que tienen previstos para luchar contra el calentamiento global no están a la altura de la crisis.

En la Cumbre se tenía que resolver la necesidad de que los países firmantes del Acuerdo de París presenten planes más duros de recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero sólo se consiguió que 84 países se comprometieran a presentar planes más duros en 2020.

Dentro de estos están Alemania, Francia, España y Reino Unido. El problema son los que no están como: EU, China, India, Japón y Rusia (que juntos suman alrededor del 55% de las emisiones mundiales de efecto invernadero), ninguno de ellos dio señales de querer ser más ambiciosos.

Esta postura bloqueó el progreso de las negociaciones climáticas en Madrid. A pesar de las demandas de los países más vulnerables, la sociedad civil y de millones de jóvenes de todo el mundo que piden una acción climática inmediata. Los gobiernos retrógrados ponen el beneficio por encima de la crisis planetaria y el futuro de las próximas generaciones.

Todos los firmantes del Acuerdo de París deben presentar planes de recorte de emisiones para conseguir que el calentamiento global se quede dentro de los límites manejables, pero la suma de los planes no es suficiente. La ONU ha advertido de que se deben multiplicar por cinco los esfuerzos globales previstos si se quiere que el incremento de la temperatura se quede por debajo de 1.5 grados respecto a los niveles preindustriales.

Y por tres si se aspira a que ese incremento esté por debajo de los 2 grados. Los planes (que se conocen por las siglas en inglés NDC) que tienen ahora los países llevarán al menos a 3.2 grados de incremento, según la ONU.

Donde ha sido imposible cerrar cualquier acuerdo fue en el desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de París, el referido a los mercados de carbono.

El desarrollo de estos mecanismos de intercambio de derechos de emisiones, que permiten a países y empresas compensar los gases de efecto invernadero que expulsan, ya se atascó hace un año en la Cumbre del Clima que se celebró en Katowice (Polonia) y se decidió que sería en esta COP25 donde se resolvería.

La presidencia de la COP25 admitió que los textos presentados no tenían el suficiente consenso para la aprobación, por lo que se ha acordado que se cierre en 2020 en la cumbre de Glasgow.

Prácticamente todos los países que tomaron la palabra en el plenario final reconocieron la decepción por ser incapaces de cerrar favorablemente alguna de las negociaciones. Que les sirva de consuelo que estamos aún más decepcionados la sociedad global.

Ingeniero bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.