La esposa del marinero

El autor es CEO MVP Group.

Dos marineros desembarcaron en una preciosa isla.

Los habitantes los recibieron con gran entusiasmo y durante varios días los agasajaron con fiestas.

Un día, ambos decidieron dar un paseo y se encontraron con una muchacha que estaba lavando ropa en el río.

Uno de ellos se acercó y le preguntó:

-¿Cómo te llamas?

La muchacha no respondió.

El marinero pensando que no había escuchado le volvió a preguntar:

-¿Cuál es tu nombre?

La muchacha se giró y respondió:

-Lo siento, no puedo hablar contigo sin estar casada antes.

-Entonces nos casaremos, respondió el marinero.

El otro marino le dijo:

-¡Estás loco!

¡Apenas la conoces!

Además hay otras muchachas mucho más bellas que ella.

-Me casaré con ella, respondió el amigo, -Espero que te quedes para mi boda.

-Como tú quieras amigo, le respondió el marinero.

Se dirigieron a hablar con el papá de la muchacha para pedirla en matrimonio.

-Señor, le dijo el marinero; deseo casarme con su hija.

El padre se mostró encantado y le dijo -Si te quieres casar con una de mis hijas tendrás que pagar una dote de 9 vacas, ¿con cuál de ellas deseas casarte?.

-Quiero casarme con la que lavaba ropa en el río, respondió el marinero.

Sorprendido ya que sus otras hijas eran mucho más hermosas, respondió -En ese caso sólo tendrás que darme 3 vacas.

El marinero le replicó, -Te pagaré las 9 vacas.

Y así fue.

El marinero se casó con la muchacha que lavaba ropa en el río y su amigo se quedó a presenciar la boda para posteriormente zarpar de nuevo.

Pasado un tiempo, el marinero volvió por la isla y decidió ir a visitar a su amigo.

Sentía curiosidad por saber cómo le iba y si seguía casado.

Al llegar a la isla, vio a un grupo de hombres y mujeres que iban cantando y bailando.

En el centro iba una mujer hermosísima con el cabello adornado con flores y se detuvo para contemplar la imagen y ver la belleza de la mujer.

Al cabo de un rato encontró a su amigo.

Se saludaron con gran entusiasmo y el marinero le preguntó si seguía casado.

-¡Por supuesto!, le dijo él.

-De hecho te habrás cruzado con ella de camino.

El marinero no recordaba haberla visto.

-Sí, le dijo el amigo.

-Hoy es su cumpleaños y están celebrándolo.

¡Era la mujer que iba al centro bailando!

-¿Cómo es posible?, le dijo el marinero.

-Esa mujer no se parece en nada a la muchacha que yo conocí.

-Muy sencillo, le contestó el amigo.

-Me dijeron que valía 3 vacas y yo la traté como si valiese 9 vacas.

Sin duda es una valiosa lección de la forma en la que debemos tratar a nuestra esposa o esposo.

Porque no sólo será nuestra compañera de vida, sino además nuestra principal socia y colaboradora a la hora de emprender.

Pase lo que pase con tu emprendimiento, no permitas que las presiones o los problemas deterioren tu relación y jamás le trates mal por problemas que puedan surgir de su proyecto.

Espero que estas recomendaciones te sirvan.

Envíame tus preguntas a Yo@SoyunPapaEmprendedor.com

El autor es CEO MVP Group.

Host de los Podcast Confesiones de un Papá Emprendedor.

Escribe y publica tu libro y triunfa como Coach.