La generación de jóvenes materialistas

En la actualidad, las personas que nos dedicamos a trabajar con jóvenes, hemos coincidido en que los principios o “valores” con los que están creciendo es el materialismo.

Antes se veía a los papás con respeto, con autoridad, como alguien inalcanzable; y hoy día las nuevas “formas de educar” nos han llevado a dejar de ser esos papás y convertirnos en proveedores de placer para ellos, ya sea económico, de control y autoridad en casa, ahora sí que el valor predominante en casa termina siendo el materialismo; sinceramente no veo cuál sea el origen de todo esto, pero sí está totalmente relacionado a defectos de carácter como son la envidia, la avaricia y la soberbia.

Esto nos lleva a educar hijos “merecedores” bajo la premisa de “trabajo para darle lo mejor a mis hijos”, “les daré todo lo que yo no tuve”; y no quiero decir que eso sea incorrecto, pero debe de haber algo más importante que sustente estos anhelos de padre, y debe de ser la responsabilidad, el amor propio y la identidad; ya que por el contrario nuestros hijos no conocerán el valor de las cosas e irán por la vida pensando que se “merecen” todo sin importar cómo lo obtienen.

Por esto es importante enseñarles a obtener las cosas o mejor aún a ser agradecidos y no sólo de dientes para afuera, sino en acciones, respeto y amor.

En el trabajo con jóvenes adictos predominan todos los defectos de carácter, pero hablando particularmente de las mujeres se encuentra la envidia y la soberbia, ademas, como decimos de manera coloquial, “quieren puras ganaditas”, tienen baja tolerancia a las consecuencias, a las reprensiones y no saben cómo ganar las cosas de forma correcta.

El peor error que podemos pensar como padres es decir “a mí no me va a pasar” y justificar los actos de nuestros hijos, o peor aún, minimizarlos.

Es importante estar alertas y erradicar los focos rojos cuanto antes para evitar que el problema se desborde.

Gracias y nos vemos el próximo lunes.

“Instruye al niño en su camino, y jamás se apartará de él”.

La autora es directora general de Alpha y Aurora Adicciones.