La negociación en familia
Alguna vez ha escuchado este tipo de comentarios: Tenemos problemas con nuestro hijo adolescente, la comunicación no es fácil, no sabemos qué hacer. Desde que nuestro padre falleció, los hermanos nos vemos poco, primero por la herencia y ahora por quien se hará cargo de nuestra madre.
Nuestro matrimonio no funciona bien, nos enojamos mucho, estamos afectando a los niños, tenemos que encontrar una solución. El conflicto es natural en cualquier relación humana y es importante que aprendamos los principios fundamentales, para manejarlos de forma adecuada en la familia, de tal manera que se convierta en un elemento que ayude a fortalecer las relaciones.
De todos los conflictos sociales, los familiares son los más comunes y los que pueden causar más dolor, ya que ocurren con las personas que más queremos. Es normal que en la familia
haya diferencias, sobre todo cuando se presentan crisis, debido a cambios, que nos hagan adaptarnos a nuevas realidades.
Frecuentemente las familias no saben cómo resolver estos problemas, porque no cuentan con las habilidades para buscar y encontrar soluciones en este contexto. La UNICEF (United Nations International Children’s Emergency Fund) ha detectado que las principales causas de conflicto familiar se dan sobre:
La relación de pareja: Sexualidad, crianza de los hijos, realización de las tareas domésticas, decisiones con respecto al uso del dinero, dificultad para conciliar la vida laboral y la familiar.
Separaciones y divorcios.
Falta de límites en la crianza de los hijos. Abandono y soledad de los adolescentes, así como de las personas mayores. Las siguientes recomendaciones, ayudan, cuando no hay problemas de adicciones o está en riesgo la integridad física de algún miembro de la familia.
No reaccionar, tomar el tiempo que permita ver las cosas con mayor claridad. Estar dispuestos a perdonar y pedir perdón, ceder y negociar, en la búsqueda de un acuerdo para todos.
No se permiten descalificaciones y malas maneras. Reconocer que vivir en pareja, implica una pérdida de libertad que se acepta por amor. Cuando se acepten estos principios, estaremos en posición de iniciar una negociación en la familia. Discutir no es malo, por el contrario es sano que se hable y dialogue, en función de sus inquietudes e intereses y se logren acuerdos donde
todos queden contentos.
Muy importante no perder el respeto, ya que sin él la relación se vuelve difícil y desagradable. En forma simplificada el proceso de negociación consiste en: que las partes expliquen el problema desde su punto de vista, que cada uno presente soluciones, que entre todos se seleccione algún planteamiento y una vez aceptado, se ponga en práctica. Este proceso se puede realizar, con un familiar que lo encabece o con la ayuda de un tercero.
Referencia bibliográfica: La Familia Dialoga y Llega a Acuerdos. La Mediación Familiar. Instituto de mediación y gestión de conflictos.
Manuel Agraz es Ingeniero Químico con Maestría en Dirección de Organizaciones
Con 57 años de casado. Actualmente Consultor Empresarial Financiero Asociado a PONTIFEX S.C. Financieros
Manuel_agraz@prodigy.net.mx