Los Bárbaros del Norte, El Palomino y los inicios de la carne asada
Los Bárbaros del Norte, restaurante de carnes, estaba ubicado al inicio del bulevar Morelos donde está ahora la taquería El Chino o enfrente de donde estaba la Fábula Pizza del Avión.
Era curiosa la estructura porque asemejaba un pueblo vaquero estilo Old Tucson con un patio central y a los costados un bar que era parte del restaurante, que era muy frecuentado para la copa.
Este lugar fue un negocio emprendido en aquel tiempo, y decimos 1980, por los señores Miguel ‘El Gato’ Elizalde Carrillo (QEPD) y Roberto Medrano Campillo (QEPD).
Hasta donde tenemos entendido, dicho inmueble era de la familia Barón de la 5 de Mayo.
Éste fue un lugar que la gente recuerda por los cortes finos al carbón, un platillo que se hacía con camarones empanizados alrededor de un tomate relleno de un aderezo de la casa que me hubiera gustado probar, paquetes de carne asada, pero sobre todo, por su platillo más emblemático y solicitado el cual era el chamorro de cerdo al horno, que hasta la fecha, es una receta celosamente guardada, pues tenía un increíble color rosado, sabor y textura.
El lugar duró unos 5 años posiblemente más hasta que cambió de propietarios y hasta de nombre porque posteriormente se llamó El Rodeo.
El Sr. Elizalde tomó las riendas por más de 10 años, hasta mediados de los 90, junto con el Sr. Alfonso Pavlovich Sugish, de El Palomino (fundado por Don César Pavlovich) que era ese restaurante que estaba por el bulevar Transversal (hoy Luis Encinas) esquina con la calle Bahía a unos pasos de la central camionera y enseguida del periódico El Sonorense que hoy alberga las oficinas de la Canacintra.
Ese lugar es uno de los pioneros de los paquetes de carne asada junto con el Xochimilco de Don Alfonso Durazo, que hasta la fecha, sigue en operaciones allá por Villa de Seris.
El Palomino tenía un par de reservados y reunía a muchos comensales en comidas empresariales y de grupos de amistades; otra de sus curiosidades eran las cabezas de animales disecados de la región como borregos cimarrones y venados bura con largos cuernos que estaban colgadas de las paredes.
Este comedero duró hasta finales de los 80 operando en esa ubicación y tiempo después sería reinaugurado como El Palomino’s, allá cerca del Centro de Gobierno que, también hay que decirlo, es hoy por hoy uno de los mejores lugares para comer el típico platillo sonorense, el famoso paquete con tortillas ‘sobaqueras’, frijoles, carne asada, costillas y tripitas de leche, ya con varias sucursales en todo el país.
De Los Bárbaros del Norte y de El Palomino de la central camionera ya sólo quedan los buenos recuerdos, pero sin lugar a dudas, fueron lugares que dejaron huella aportando lo suyo al hacer de Hermosillo un lugar reconocido a nivel nacional donde se disfruta de la mejor carne asada, distintivo que hasta la fecha conservamos.
El autor es miembro fundador de la Sociedad de Parrilleros de Sonora.
@jorgetapia33