Marketing de experiencias
Todos recordamos el primer beso, aquel día de la graduación o ese cumpleaños inolvidable, seguro que todos recordamos esos momentos únicos, por una razón, porque generaron una experiencia.
Muchas de esas experiencias que tanto recordamos no necesariamente son positivas, quizá también recordamos el día que nuestro equipo perdió esa final o cuando nos rompieron el corazón.
Pero de eso trata la vida, de vivir experiencias tanto positivas como negativas.
Al igual que la vida, las marcas también buscan generar experiencias.
Claramente esas marcas que seguimos y consumimos buscan generar una experiencia positiva en nuestras vidas.
Con la llegada del mundo digital y la inmediatez de contenidos, más los cambios constantes en las comunicaciones, las marcas buscan acercarse de una manera acertada a sus consumidores y lo hacen por todos los medios posibles.
El marketing de experiencias, experiential marketing, o marketing de emociones es la forma en que las marcas logran una conexión positiva en sus clientes mediante la experiencia y la utilización de vivencias sensoriales que generan emociones de bienestar y placer.
Numerosos estudios científicos y casos prácticos exitosos como los que se llevan a cabo en grandes compañías demuestran que los consumidores cada vez más se inclinan por aquellas firmas que le ofrecen la oportunidad de vivir nuevas sensaciones mientras realizan una compra o durante su consumo.
Ante un mercado saturado de productos y servicios, el marketing experiencial o marketing emocional viene a jugar un papel concientizador a los responsables de las marcas, ya que vuelve a instaurar el valor humano por sobre lo numérico.
El marketing tradicional ha expendido las fronteras y ganancias de numerosas empresas en las décadas pasadas con sus campañas masivas o promociones explosivas, pero en la actualidad quien se lleve los verdaderos laureles serán aquellas marcas que puedan poner en práctica lo que en neuromarketing se denomina conexión cognitiva beneficiosa.
Para desentrañar este término es preciso definir a toda cognición como el proceso en que el ser humano recolecta conocimiento a través de sus percepciones, saberes, experiencias y la información que vertimos diariamente en el cerebro.
Una cognición en definitiva es el acto de conocer la realidad mediante la información que cada individuo cuenta para ello. Retomando el marketing de experiencias podemos sintetizar entonces, que brindar una vivencia positiva y real a un consumidor es la clave para que el cerebro asocie en el futuro al producto con la marca y a su vez con la sensación que hayamos querido evocar.
Así funciona el marketing de experiencias:
1.- Usa los sentidos, genera experiencias que despierten diferentes sensaciones en tus usuarios, hazlos sentir sabores, olores, juega con el tacto y hazlos mirar cosas nuevas, hazlo en tu próxima campaña.
2. -Aprovecha el poder de los datos, para segmentar y encontrar insights poderosos que te permitan acercarte a través de los gustos reales de tus públicos. Conoce qué música les gusta bailar, a qué sabores no se pueden resistir y cuál es su color favorito; esos datos que encontrarás en la data, serán claves para generar una experiencia diferente.
3.- Hablan más los hechos por sí solos que las palabras, por eso deja que tu producto demuestre todo su potencial en acción, aquí radica el verdadero poder de la experiencia en uso.
No trates de vender siempre, genera espacios de conciencia, es decir, dale a tus seguidores espacios de diversión, espacios de deporte, de distracción, patrocina eventos musicales, deportivos, bríndales una experiencia inolvidable, y verás que tus productos se venderán solos, además generarás voz a voz entre tu público y eso vale más que cualquier inversión publicitaria.
El autor es director de Grössman Beyond Marketing MGM+.