Mecanismos económicos mixtos para contener la recesión
Es una realidad que la economía mundial y la mexicana entrarán en una fase recesiva este año, los efectos de la pandemia se ven reflejados en la inestabilidad de los mercados financieros y petroleros, así como la contracción de los mercados de bienes y servicios finales e intermedios.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó el documento “Pre-Criterios 2021” en el cual pronostica un rango de entre -3.9% y 0.1 de crecimiento económico para 2020. Al respecto, el Gobierno Federal cuenta con los siguientes amortiguadores fiscales y financieros para hacer frente al escenario recesivo: 1) fondos y reservas para enfrentar contingencia sanitaria y epidemiológica; 2) el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 158.4 mil millones de pesos (mdp) al cierre de 2019.
Además, para enfrentar los problemas de liquidez y de balanza de pagos se tienen acceso a: 3) las reservas internacionales por 185.5 mil millones de dólares (mdd), una línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 61.4 mil mdd y las líneas de intercambio de divisas con la FED por 60.0 mil mdd y con el Tesoro de los Estados Unidos por 9.0 mil mdd; y 4) las coberturas petroleras para compensar la disminución de los ingresos ante la caída en los precios internacionales del petróleo.
El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero integrado por la SHCP y Banxico actualizó su balance de riesgos derivado de la pandemia, prevén impactos negativos en las perspectivas de los fundamentos macroeconómicos, tales como el crecimiento, finanzas públicas y comercio exterior.
Para reducir el impacto de los riesgos, las autoridades financieras de nuestro país implementaron las siguientes medidas: 1) mantener la oferta de créditos a las empresas, las familias y otros intermediarios; 2) brindar liquidez a la economía; 3) operatividad adecuada en los mercados cambiarios y de renta fija por medio de las permutas, coberturas y subastas; 4) que los intermediarios administren sus propios riesgos; y 5) salvaguardar el funcionamiento del sistema de pagos.
A su vez, el Gobierno Federal presenta el Plan de Reactivación Económica en el que se destacan tres elementos fundamentales para contener la crisis transitoria de la economía: 1) mayor inversión pública para incrementar el desarrollo económico y social; 2) el empleo pleno; y 3) la honestidad y austeridad republicana.
Para fortalecer el desarrollo económico se propone continuar con la inversión pública en: 1) las obras estratégicas del Gobierno Federal; 2) Petróleos Mexicanos (Pemex) con 65 mil mdp; 3) las plantas de Comisión Federal de Electricidad; y 4) vivienda, pavimentación y servicios de agua. En desarrollo social se plantea seguir con todos los programas sociales, además de apoyos a: 1) los trabajadores por medio de fondos administrados por la Banca de Desarrollo; 2) los pescadores; 3) los padres de familia para las escuelas; 4) el programa Sembrando Vida; 5) al sector salud para los médicos y enfermeras; y 6) al Ejército, Marina y Guardia Nacional con fines sanitarios. En desarrollo empresarial, se ofrece devolución del IVA con prontitud, además de créditos para las pequeñas empresas familiares del sector formal e informal del país.
En cuanto al empleo pleno, se estiman crear dos millones de empleos para el cierre del año; y finalmente, se debe continuar con el plan de austeridad recortando sueldos y gastos gubernamentales. Los recursos para recuperar la economía nacional se obtendrán del FEIP, la Banca de Desarrollo y la reasignación presupuestal de los recién cancelados fideicomisos. Importante el anuncio de 339 mil mdp para el sector energético.
El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora.
@EspejelJoel / joel.espejel@unison.mx