¡Mijo! Pásame una cheve

La autora es Directora General de Alpha y Aurora Adicciones.

Creo que es una frase muy común y que nos causa gracia, cuando el pequeño de 5 años mete su manita a la hielera y se la pasa a su papá. En Sonora y en los Estado del norte es muy común y normalizado el consumo de alcohol, y aunque parezca para la gran mayoría (porque esta mayoría defenderá el consumo de alcohol) una exageración NO lo es.

Desde pequeños les quitamos la percepción de riesgo a los pequeños, al normalizarlo, al verlo como algo chistoso y normal dentro del círculo familiar; y puede que a ti como padre no tengas

un problema de alcoholismo como tal, que sea un consumo social, pero ¿Estás sentando las bases de una educación con límites y reglas?

No debemos dejar de lado que el alcohol es una droga de inicio, ahora es muy común ver a jovencitos menores de edad pidiendo “el paro” para que las personas adultas les compren alcohol o tal vez eres de los papás que dicen “mejor que tomen en mi casa a que anden en la calle”, parece a simple vista algo correcto, algo de instinto de protección por parte de los padres, pero NO es así, en casa debe de existir límites y reglas en cuanto a los consumos de sustancias, no es de padres cool enseñar a tomar a sus hijos para que no lo hagan a escondidas, hacerlo o no el riesgo es el mismo.

Ahora bien, actualmente que no consumo ningún tipo de sustancia me preguntan si cambiaría algo, definitivamente diría que sí. A pesar de ser la chica alivianada, mi integridad, mi dignidad y

muchas cosas personales físicas y emocionales, jugaban a la ruleta rusa cada vez que consumía alcohol, y actualmente soy la misma persona alivianada sin alcohol, entonces lo único que cambiaba era esa costumbre y el riesgo bajo el cual me ponía.

Por otro lado, me ha tocado ya con personas que han desarrollado adicción a sustancias ilegales, y una vez que están ya en casa en rehabilitación, son los mismos padres quienes no hacen el cambio radical en cuanto al consumo de sustancias legales o ilegales, bajo el argumento “tu problema es la marihuana no el alcohol”, y el cerebro adicto no sabe diferenciar entre marihuana o alcohol, él recibe el estímulo y va a empezar de nuevo el circulo de pedir más y más hasta desconectarse, reponer al cuerpo y después volver a pedirlo.

OJO no porque la sustancia sea legal quiere decir que no hay problema, la cuestión de la legalidad va ligada a cosas muy alejadas de la salud mental y adicciones, ¿Recuerdan que antes  el tráfico era de alcohol?

Papás los invito a reflexionar, realmente vale la pena disminuir la percepción de riesgo del consumo de alcohol a nuestros hijos al actuar como “bebedor social”, o porque no es común

tener todos una pistola en casa a la mano de cualquier integrante de la familia, ¿Por qué puede ser peligroso verdad?

Recuerden que el alcohólico no es el que vemos en estado de indigencia afuera de la tienda, es aquel que pierde el conocimiento, aquel que necesita de la sustancia para encajar, para desinhibirse, aquel que deja sus responsabilidades por el consumo, aquel que se pone agresivo, aquel que lo hace para olvidar, para sanar…

La autora es Directora General de Alpha y Aurora Adicciones.