‘Ni fifí ni de izquierda, sólo sociedad civil’
La sociedad civil organizada ha tenido un proceso de crecimiento y consolidación a nivel mundial los últimos 30 años. Sin embargo, en nuestro país aún resulta un tema nuevo y complejo, pues en muchos de los casos se ha intentado utilizar el término de organizaciones civiles para hacer referencia a acciones relacionadas con intereses privados (e incluso partidistas) o para referirse a los grupos que representan a la izquierda nacional.
Explicar en qué consiste la sociedad civil no es nada sencillo.
La realidad es que los ciudadanos cada vez con mayor frecuencia tienen que asumir espacios que eran exclusivos para el sector gubernamental, y esto ha derivado en un fortalecimiento de la sociedad civil organizada.
Si hoy me preguntan qué son las organizaciones de la sociedad civil (OSC), les diría que son las instituciones que hacen el trabajo que nadie más quiere o puede hacer.
La sociedad civil son los ciudadanos que todos los días donan su tiempo y recursos para resolver los problemas sociales; son los que se hacen cargo de los niños de la calle, atienden a las personas de la tercera edad que son abandonadas, tienden una mano amiga a la mujer que es violentada, buscan salvar los bosques, evitan que las empresas sigan contaminando, exigen transparencia y rendición de cuentas a nombre de todos los mexicanos.
Su labor es tan amplia como lo es la ineficacia del sector gubernamental y privado para entender la compleja realidad social que enfrenta nuestro país y las necesidades de todos los ciudadanos.
Dan visibilidad a las cosas que en ocasiones otros sectores no quieren ver.
Lo que hacen es tan importante, que por años se ha intentado desprestigiar al sector y limitarlo.
Hoy enfrentan un nuevo reto, pues el Gobierno federal ha intentado en varias ocasiones demeritar la labor que realizan al llamarlas “la sociedad civil fifí”.
Sin embargo, estas organizaciones a las que llama fifí, hoy aportan 4% del producto interno bruto, generan cerca de 3 millones de empleos y lo más importante, resuelven una enorme cantidad de problemas sociales que ningún otro actor atiende.
Las “organizaciones fifís” son las que han logrado tener incidencia en la agenda pública al grado de que en los últimos años más de la mitad de los cambios en materia de ley, son gracias a este sector. Incluso, son pioneras en atención a temas como discapacidad, violencia y migración.
La sociedad civil conforma un espacio clave para dar voz a grupos marginados y defender derechos fundamentales que de otra forma serían ignorados.
Alzar la voz por los más desprotegidos no significa ser de izquierda, significa tener la capacidad de entender un problema social y buscar que se convierta en prioridad.
La sociedad civil de verdad sale todos los días a hacer su trabajo para generar mejores condiciones de vida para todos, se esfuerza en ser garante de la democracia y en construir una sociedad mucho más armónica.
La sociedad civil de verdad no es ni fifí ni de izquierda, es sólo sociedad civil.
PAULA TAKASHIMA AGUILAR
Navojoense. Profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte.
Directora de Agrupación George Papanicolaou Hermosillo. @PaulaTakashima