Pilares para reactivar la economía desde la sostenibilidad
Ahora que la cuarentena está terminando (o al menos eso deseamos) y los procesos productivos reiniciando, la economía inicia un complejo proceso hacia su reactivación.
Las empresas se ven obligadas a evolucionar para mantenerse en el mercado.
Esta reactivación deberá ahora basarse en una reactivación económica sostenible, donde, además de generar ingresos y empleo, se vele por el cuidado del ambiente.
Y es que la pandemia ha dejado ver en claro la conexión de nuestras actividades cotidianas con el deterioro del ambiente.
Sin lugar a dudas, la “nueva normalidad”, como se conoce coloquialmente a esta nueva etapa en el desarrollo de la humanidad, será el producto de una transformación de los sistemas económicos y sociales actuales y tradicionales.
Tomando en cuenta esta premisa, surgen tres fundamentos clave que deberán observarse para poder aplicar el inapelable enfoque de sostenibilidad en las empresas y ser competitivos en esta “nueva normalidad”.
Propósito
En el marco de una reactivación económica bajo un esquema de desarrollo sostenible, la comunicación del propósito de la empresa de generar valor y solucionar los problemas ambientales y sociales que puedan causar sus procesos productivos, es trascendental, pero el paso a la acción es vital.
No bastará sólo con reconocer y comunicar, ahora es fundamental tomar acción.
Además de preguntarse por qué existe nuestra empresa y cuán relevantes somos para el entorno, necesitamos empezar a tomar acción para solucionar la problemática que estamos causando.
Coherencia en la cadena de valor
Las empresas que cuenten con proveedores sostenibles podrán adaptarse más fácilmente a las nuevas condiciones y exigencias del mercado.
Una cadena de valor no sólo es una fuente de reducción de costos, de riesgos e impactos negativos indirectos, sino también una oportunidad para generar empleos de calidad y procesos sostenibles fuera de la organización.
En el contexto actual, esto es trascendental.
Resiliencia
La resiliencia es la cualidad más importante en este contexto de riesgos inminentes, como el Covid-19, y latentes, como el cambio climático.
Ésta es la capacidad de gestionar la crisis y convertirla en una oportunidad.
La resiliencia tiene 4 aspectos básicos: la capacidad de anticipar, la capacidad de absorber golpes, la capacidad de adaptarse y la capacidad de transformarse.
El cambio climático es una crisis latente que tendrá efectos más severos que el Covid-19.
Las empresas tienen ahora la oportunidad de crear una nueva realidad: reactivar la economía y generar nuevos empleos y al mismo tiempo generar un impacto positivo en el medio ambiente.
Con el levantamiento de la cuarentena y la crisis económica agudizada, es urgente reconfigurar las actividades empresariales con un enfoque ambiental, que impulse la competitividad y genere empleo.
El autor es Ingeniero Bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tecnológico de Monterrey.
gmontanop@yahoo.com