¿Qué es lo que mueve a los líderes sociales?
Hay una pregunta que se presenta de forma frecuente y es exactamente que los jóvenes se preguntan y me preguntan: ¿qué es lo que te mueve? ¿cómo empezaste? ¿cómo le hiciste? y sinceramente siempre pienso que es importante hacer mención que es la necesidad, una circunstancia, una situación algo que te mueve por completo el piso y que te hace temblar de coraje o desesperación algo que te mueve desde adentro y que no te deja ni siquiera dormir, comer e incluso te detiene con tus actividades cotidianas, incluso puede ser una persona. No hay nada más fuerte que el corazón de un voluntario, no existe otra forma de motivación mejor que la necesidad no hay secreto es tener la idea y hacerlo, punto.
Generalmente nos da miedo, y no es que temamos al fracaso, le tememos a la expectativa, al quedar expuestos al qué dirán, el qué pasará. Hay muchas personas con ideas geniales que solamente se quedan en su mente.
Hace unos días platicaba con un amigo un GENIO, un joven mexicano que atravesó diferentes situaciones sumamente fuertes y no tuvo otra opción que desarrollar de manera exponencial toda su creatividad y con el tiempo, paciencia y mucha disciplina logró diseñar un prototipo que ahora genera ventas a nivel mundial.
En nuestra conversación él hacía referencia a que como jóvenes mexicanos tenemos una tendencia a desmeritarnos o a pensar que no somos suficientemente buenos o que nuestras ideas son simplemente eso, ideas súper sencillas que no tienen relevancia y es ahí donde está el reto, pareciera algo cultural, algo que tiene nuestro país paternalista el hecho que nos hace sentirnos como si no tuviéramos la suficiente capacidad de competencia contra un japonés, algún americano o un alemán.
Él hablaba respecto a su área, que es electrónica y tecnología, y me hizo pensar, me detuve y sí, recordé que cuando inicié tenía tanta claridad en lo que quería y sabía cómo hacerlo, pero a lo largo de esos 10 años de voluntaria y ahora activista y escritora, creo que en muchas ocasiones me he detenido porque no he alcanzado, o considero que lo que hago no tienen un valor más allá de la filantropía y después sucede algo inesperado que te vuelve a cambiar la vida y vuelves a intentarlo, te decides y nuevamente avanzas.
Creo que lo que necesitamos es pensarla menos y actuar más, todo se aprende sobre la marcha y ese es el factor determinante, esperamos obtener resultados de la noche a la mañana y sí, hay casos muy curiosos y sorprendentes, pero también estamos aquellos a los que nos requiere mucho más tiempo, a mí me ha llevado una década y sigo insistiendo, ¿por qué? sencillo: porque hay algo desde adentro que me mueve para no detenerme, fuerza de voluntad y pasión.
Así que, si te mueve, si no te deja dormir, si te da miedo, hazlo y no te detengas.
Lic. Julia Castro G.
Correo electrónico: juliacastrog@hotmail.com