¿Qué haces viendo el jardín del vecino?
Esta nota quizás tenga un tono un poco fuerte, sin embargo lo considero necesario al tratar de crear conciencia sobre un comportamiento tan común y que tanto daño hace a la mayoría de las personas.
Espero que lo tomen de la mejor manera, ya que va con la mejor de las intenciones.
Dicho esto, comencemos: ¿Batallas para enfocarte?
La pregunta es en general porque dicen que como somos en algo, somos en todo.
Y si batallas para enfocarte en tus proyectos, muy probablemente también batalles para enfocarte en las relaciones, en lo que vendes, en lo que tienes, ¡en todo!
Las personas que batallan para enfocarse, son las mismas que siempre creen que el jardín del vecino se ve más verde que el suyo, son las personas que nunca se comprometen con cuidar su propio jardín.
Esas personas están destinadas a ser mediocres y miserables.
En primer lugar, ¿qué hacen viendo el jardín del vecino si ya tienen un jardín en su casa que necesita ser cuidado?
Recuérdalo, es posible que haya pastos más verdes, pero lo son porque alguien se comprometió con ellos.
El pasto crece en cualquier lugar, y si no te comprometes por completo, abandonas tus intereses.
Cuando abandonas tus intereses, éstos dejan de agradarte y entonces comienzas a espiar las vidas de las demás personas y crees que son mejores que la tuya.
Nuevamente, si esto es así, se debe a que ellas sí se comprometieron.
Así que comprométete con tu carrera, con tu necesidad de mejorar continuamente, con tus ocupaciones, con tu pareja, y con todo tipo de relaciones.
Comprométete para aprender todo lo que sea posible y entonces podrás sentarte a ver cómo el pasto de tu jardín comienza a reverdecer.
Cuando una persona voltea a ver la vida de las demás personas sin tener esta conciencia, comienza a compararse, y los sentimientos de envidia y frustración salen a flote, a pesar de que voltearon a ver sin malas intenciones, sólo por curiosidad.
Dicen que la curiosidad mató al gato, y esto no es muy diferente al sentimiento de ir a un mall sin dinero: entras a las tiendas sin intención de comprar, pero aun cuando no querías comprar, ves los precios y tu ánimo comienza a bajar, tu autoestima cae al suelo, y sales de ahí sintiendo frustración y envidia de quienes salen con las manos llenas.
En algunos casos pudiera servir voltear a ver el jardín del vecino para motivarte, pero la línea que divide la motivación de la envidia es muy delgada, por lo que no te recomendaría pasar ahí mucho tiempo.
¿Por qué no mejor tomamos el concepto de “auto-superación” tal como es?
Superarnos a nosotros(as) mismos(as) cada día, sin compararnos con nadie.
Si lo hacemos así, “sin querer” iremos superando a otras personas, y nos convertiremos en el punto de referencia.
El autor es Escritor, Capacitador, Networker, Conferencista y Life Coach en SB3.
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